LeBron James solo hizo 10 disparos a canasta, Anthony Davis tan solo lanzó 12 tiros, Kyle Kuzma se quedó sin anotar un solo punto en los 27 minutos que jugó y, sin embargo, Lakers dominó de principio a fin a unos Mavericks empequeñecidos.
La victoria vino a partir de la defensa, del control físico del partido, de la limitación a la creatividad de Luka Doncic y del dominio de la cancha de LeBron James sin mirar casi al aro, pensando exclusivamente en hacer más grandes a sus compañeros.
LeBron solo hizo 13 puntos, pero dio 13 asistencias para llegar a las 9.000 en su carrera NBA. Davis se fue a 23 puntos y 9 rebotes con una eficaz economía de medios. Fueron piezas esenciales en el triunfo.
Como lo fueron los suplentes Kentavious Caldwell-Pope (19 puntos) y Dwight Howard (15 tantos en 19 minutos tras hacer 6 mates).
Y como lo fueron en materia defensiva jugadores como Avery Bradley, defensor primario de Doncic que atascó el juego del esloveno, y Danny Green, defensor secundario del ex del Real Madrid.
A Dallas le pesó quedarse a las primeras de cambio sin Tim Hardaway Jr., que apenas pudo jugar 7 minutos debido a una lesión muscular, y el tener a un dubitativo e irregular Doncic, que dio el susto del partido tras sufrir una durísima caída de espaldas en la que se golpeó duramente la cabeza contra el suelo en el segundo cuarto. A pesar de ello, siguió jugando.
El partido fue de Lakers de principio a fin. Su defensa hizo que Dallas diera menos asistencias, 17, que balones perdió, 18.
Doncic llegó al centenar de partidos en la NBA, pero no lo pasó bien. Terminó con 19 puntos y 7 asistencias, pero erró los 6 triples que intentó y perdió 6 balones. Tampoco funcionó Kristaps Porzingis a pesar de su esperanzador inicio.
Sí lo hicieron los suplentes Delon Wright y J.J. Barea. El dominicano aportó 12 puntos en 13 minutos tras hacer un formidable tercer cuarto.
Eso sí, la impotencia de los texanos en la segunda parte a la hora de acortar distancias fue patente. Lakers controló la situación a su antojo.
Vio el partido a pie de pista el ex de Lakers Kobe Bryant acompañado por una de sus hijas. Desde allí fue testigo directo del poder de estos Lakers.