MERCADO NBA

Chandler Parsons no jugará más en Memphis Grizzlies

Jugador y club rompen relaciones y los Grizzlies buscan su traspaso

Ángel Mustienes |

Chandler Parsons no jugará más con Memphis (Brian Rothmuller/Icon Sportswire)

El final de la relación entre Chandler Parsons y Memphis Grizzlies está siendo tan desastroso como lo ha sido la relación en sí. Memphis no quiere que el jugador juegue más con el equipo y le busca un nuevo destino, según avanza ESPN.

El contrato firmado en su día a Parsons es uno de los más tóxicos que se recuerda en la NBA. Llegó a Memphis como si fuera una estrella rutilante del mercado tras lograr el máximo contrato posible: ¡94 millones de dólares por 4 temporadas! Desde entonces, la nada.

Parsons jamás rindió al nivel que lo hiciera en Houston y en Dallas. Su trayectoria estuvo trufada de constantes lesiones que le tuvieron más tiempo fuera de las canchas que dentro de ellas. De hecho, en su primera temporada jugó 34 partidos, en la segunda 36 y en la presente solo se había vestido de corto 3 veces, y siempre con números insuficientes, a años luz de los sueldazos fijados en su contrato.

El jugador salía ahora de una nueva lesión. J.B. Bickerstaff, su entrenador, no contaba con él y la situación se había tensado.

Memphis deseaba que Parsons se pusiera a punto jugando partidos en la G-League con Memphis Hustle, aunque en realidad había dos maneras de ver ese descenso a la liga filial: el jugador lo consideraba como un paso previo para volver al equipo en forma y el general manager, Chris Wallace, quería que sirviera ese paso para ver la valía real del jugador a día de hoy. El desencuentro fue total.

Parsons tiene 30 años y le quedan por cobrar 38 millones de dólares de su contrato original. La próxima temporada su sueldo será de 25,1 millones y en la actual su salario se equipara al de Marc Gasol.

Los Grizzlies buscan el traspaso de Parsons, pero no será fácil conseguirlo. El único atractivo del contrato del alero es que finaliza en 2020. La franquicia tendrá que poner carne en el asador a través de elecciones de draft o aceptar contratos tóxicos de otros equipos si quiere desprenderse de Parsons. 

Se puede decir que el de Parsons es uno de los mayores fiascos económicos y deportivos registrados en la NBA en el presente siglo. De eso no hay duda.