Tyronn Lue se fue del partido en el segundo cuarto, enfermo, cuando su equipo dominaba la pista y el marcador. Luego, en la segunda parte, con él ya ausente, Cleveland volvió a hacer el ridículo. Dicho esto, y a pesar de esto, Lue es el máximo culpable de que su equipo no funcione y esté haciendo el ridículo un día sí y otro también.
Porque Orlando Magic también humilló a los Cavaliers. ¡Remontó 21 puntos de desventaja para ganar por 18... un +39 de parcial! ¡Orlando, sí, Orlando! Una escuadra menor de la NBA que sufre las bajas de Aaron Gordon, Nikola Vucevic y Terrence Ross. Pues bien, estos Magic terminaron ganando el partido 116-98.
El inicio del choque resultó balsámico para Cleveland y, visto el desarrollo posterior del partido, un auténtico espejismo. J.R. Smith metió 3 triples en los primeros minutos y los Cavs anotaron 43 puntos en el primer cuarto para capturar ya una ventaja de 12 en el luminoso, que luego se amplió a 16 en el descanso con un 51-67. Todo parecía en su sitio.
Pero llegó el tercer cuarto y el local Jonathon Simmons se llevó por delante a los de Ohio. ¡El ex de Spurs metió 22 puntos en el cuarto y Orlando endosó un parcial de 41-22 a su rival para remontar el marcador!
Si grave fue que Cleveland encajara 41 puntos en el tercer cuarto, no menos grave fue que solo metiera 9 en el último (parcial de 24-9) tras estar 6 minutos y medio sin anotar un solo punto. Parcial de la segunda mitad: 65-31. Una muesca más para un rival de Lue y sus chicos.
La noche de Simmons
Simmons tuvo su gran noche. Anotó su mejor marca en la NBA al terminar con 34 puntos (22 en ese formidable tercer cuarto). El alero se hizo con 7 rebotes y metió 12 de sus 17 tiros de campo. Se fue feliz de la pista.
Además, 19 puntos del francés Evan Fournier con todos los titulares del bando local anotando 10 o más tantos.
Cavaliers tuvo a LeBron James en 25 puntos y 10 rebotes y pare usted de contar. Isaiah Thomas volvió a ofrecer una actuación errática, Derrick Rose no anotó en 15 minutos tras un 0 de 7 en el tiro y José Manuel Calderón jugó minutos residuales, concretamente 2 minutos y 35 segundos. Los Cavs han perdido ya 14 de sus 21 últimos partidos y su defensa recibe la mofa de todos. El equipo, ahora mismo, es un erial.