Pau Gasol llegó a finales de 2013 a su límite físico y psicológico. Sus achaques en forma de pequeñas lesiones y muchas molestias y los continuos rumores de traspaso que prácticamente le llevaban a Cleveland podrían haber provocado el definitivo hundimiento de su juego, pero lejos de ello su baloncesto ha crecido de forma espectacular, aunque su equipo siga siendo un desastre.
El año 2014 está siendo pródigo para el jugador español a título individual. Porque en los 10 partidos que ha jugado ha hecho números de All-Star, al nivel de sus mejores momentos a pesar de estar ya en los 33 años.
En esa decena de encuentros que ha jugado en enero, Pau promedia 20,4 puntos, 12,2 rebotes, 1,9 tapones y 4,1 asistencias en 34,7 minutos, he metido el 50% de sus tiros de campo y el 75,7 de los libres y es el sexto mejor en eficiencia de toda la NBA entre los que han jugado 9 o más partidos en 2014. Su eficiencia: 26,7.
Regularidad y derrotas
Gasol sigue sufriendo con unos Lakers que solo han ganado 3 de esos 10 encuentros, pero a nivel individual está haciendo muy buenos partidos. Ha metido 20 o más puntos en 8 de los 10 encuentros, con una enorme regularidad, y ha firmado 6 dobles dobles puntos-rebotes y casi un doble 20, anoche ante los Bulls con 20 tantos y 19 rebotes. Su máxima puntuación fue 25 puntos ante Denver y en dos ocasiones hizo 24. ante Boston y Phoenix. Y frente a Utah rozó el triple-doble.
Lo cierto es que el jugador español está por fin sano y a partir de ese físico y de su notable importancia en los sistemas de Mike D'Antoni, debido aún más a las bajas, se está saliendo, a lo que también está contribuyendo su excelente entendimiento con el base titular, Kendall Marshall.