Los Spurs vencen en la prórroga a CSKA tras estar contra las cuerdas

Manu Ginóbili brilló con luz propia en el debut de la pretemporada de su equipo y lo hizo teniendo en la banda contraria a Ettore Messina, su mentor en Europa, cuando le dirigió en Italia antes de que diera el salto a la NBA.

Eso sí, el debut de Ginóbili y los suyos no fue fácil... y rozó el desastre. Porque CSKA de Moscú volvió a demostrar que es el azote de los equipos de la NBA en suelo estadounidense. De las 3 victorias extranjeras en territorio USA, 2 las ha firmado el equipo moscovita, que hace escasas fechas derrotaba a Minnesota en Mineápolis.

Pues bien, anoche estuvo a punto de hacer lo propio con San Antonio en un AT & T Center que lo pasó muy mal. Y es que los 15.000 espectadores que se dieron cita en el pabellón vieron cómo CSKA ganaba 84-86 y tenía el partido prácticamente en la mano, pero en la última jugada del cuarto cuarto llegó el milagro en forma de doble palmeo de Aron Baynes, que a 0,5 segundos del final empató a 86 y llevó el partido a la prórroga.

Ya en el tiempo extra, un triple de Patrick Mills a 11 segundos del final colocó el definitivo 95-93, toda vez que el tiro para el empate realizado por Vyktor Khryapa no entró.

Un Manu perfecto

Manu Ginóbili fue el mejor de los Spurs y estuvo perfecto. No falló el de Bahía Blanca un solo tiro. Acabó el encuentro con 14 puntos, 5 rebotes y 4 recuperaciones en 20 minutos de juego tras encestar los 4 tiros de campo que hizo (3 triples) y los 4 lanzamientos de personal. 

A su lado, Patrick Mills con 14 puntos también, un buen Tim Duncan y un sorprendente Aron Baynes que terminó siendo decisivo. En el lado de la decepción, los pobres partidos de Tony Parker y un Marco Belinelli que debutaba oficiosamente con San Antonio.

El partido estuvo muy equilibrado y al CSKA le perjudicaron mucho sus pérdidas de balón. Dos ex NBA lideraron al equipo. Jeremy Pargo sumó 20 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias y Sonny Weems, 16 tantos en 21 minutos. Esta vez, Milos Teodosic sólo jugó 17 minutos y no estuvo súper, pero aún asi los de Moscú pusieron contra las cuerdas a los finalistas de la NBA.