JORNADA NBA / playoffs 2013 (1ª ronda)

Noah y Belinelli llevan a Bulls a la siguiente ronda tras ganar a los Nets en Brooklyn

Merecido triunfo de Chicago tras una gran primera parte; ahora, esperan los campeones

hispanosnba.com |

Chicago Bulls hizo una auténtica oda a la superación. Superación de un estado físico muy complicado y de un estado anímico complejo tras venir en la serie de un 3-1 a favor y tener que jugarse el séptimo y definitivo partido fuera de casa, en el Barclays Center.

La archiconocida Rihanna tenía que dar un concierto en el Barclays anoche, pero la coincidencia con el séptimo partido de la serie hizo que se cancelara. A cambio, anduvo en el partido junto a Jay-Z como testigo excepcional de que la fe puede mover montañas. Joakim Noah y Marco Belinelli lideraron esa confianza ciega de Chicago en sus posibilidades. Y Tom Thibodeau lo hizo en la banda.

Brooklyn 93 Chicago 99 (3-4)

Chicago cerró la primera ronda de playoffs como último equipo clasificado tras ganar en el siempre agónico séptimo partido a los Nets en Brooklyn con todo merecimiento a los lomos de las grandes actuaciones de Joakim Noah y Marco Belinelli.

Afrontaban los Bulls el partido sin la consabida baja de Derrick Rose, sin Luol Deng, sin Kirk Hinrich, con Noah arrastrando en playoffs problemas físicos y con Taj Gibson y Nate Robinson saliendo de procesos gripales. En fin, un auténtico cuadro que no hacía presagiar nada bueno. Más aún si se tiene en cuenta que Chicago había dejado escapar una ventaja en la serie de 3-1, jugaba fuera de casa y tenía a su espalda una estadística maldita en su historia: 6 séptimos partidos afrontados como visitante y 6 derrotas.

Sin embargo, por encima de ese estado físico y esas penumbras estadísticas, Chicago elevó su indómito espíritu, un espíritu de superación excepcional, un orgullo sin límites, un entusiasmo por el trabajo a prueba de bomba. Todo ello unido a la labor en la banda de Tom Thibodeau y a la convicción colectiva del equipo derivó en una bella y gráfica victoria.

La primera parte fue el compendio perfecto para comprender el abismo que separaba a ambos equipos por lo que respecta a estados de ánimo y compromiso. Los Bulls ya mostraron en la primera jugada del partido un tono defensivo excelente, capturaron 3 rebotes ofensivos en sus primeros ataques y se colocaron 2-7 para mostrar los dientes primero. Es cierto que el primer acto fue un período aún de contacto con el partido. Acabó 25-29 tras una canasta en el último segundo de Taj Gibson. Ya por entonces, Noah empezaba a hacer mucho daño en los tableros y Belinelli comenzaba a anunciar su propensión a sentirse en su salsa en partidos con gran carga de presión. Muy buen comienzo del local Deron Williams y buenos minutos en la dirección de un Nate Robinson por momentos cabal en la organización del juego.

Llegado el segundo cuarto, Chicago puso la directa. El equipo visitante llevó la iniciativa con mayor grado de intensidad, Marquis Teague jugó buenos minutos como base suplente de Robinson y los Bulls alcanzaron por primera vez la decena de ventaja (38-48) con los Nets haciendo un papel bochornoso que fue a más en cuanto a bochorno y a menos en cuanto a rendimiento.

Cuanto más defendía Chicago, más decepcionante se mostraba la escuadra local. Los Nets eran un equipo sin alma, sin vida. Inexplicable ver su actitud teniendo en cuenta que se jugaban la vida en casa en un séptimo partido. Y Bulls empezó a divertirse jugando para ir acrecentando su ventaja hasta irse al descanso 17 puntos arriba (44-61) entre abucheos de la grada a su equipo tras el mate de Carlos Boozer en el último segundo: 2 cuartos y 2 canasta visitantes en el último segundo. Concentración local inexistente.

Noah ya llevaba al descanso 16 puntos y 5 rebotes y Belinelli, Carlos Boozer y Nate Robinson le secundaban. Chicago había anotado el 55% de sus tiros y sólo había perdido 3 balones, lo que define hasta qué punto la defensa local, que había encajado 61 puntos, era deficiente e inapropiada. Además, 9 rebotes ofensivos al descanso para unos Bulls tremendamente físicos a la hora de percutir en el aro contrario. En los Nets, tras apagarse D-Will en el segundo cuarto, sólo Andray Blatche aguantaba la compostura. Brooklyn acabó el primer cuarto anotando sólo 1 triple y con Joe Johnson, nefasto partido el suyo, yéndose a vestuarios sin anotar.

Está claro que P.J.Carlesimo tuvo que leer la cartilla a sus chicos en el paso por vestuarios. Lo cierto es que el tercer cuarto nada tuvo que ver con el segundo. Brooklyn salió de otra manera, con una mayor exigencia defensiva (no era difícil esa mejora), pero sobre todo con otra actitud general en el campo, sin sentido de la superioridad falsa y con un sentido mínimo de la responsabilidad ante su afición.

Fue Gerald Wallace quien empezó a carburar a gran nivel para meter a los Nets en el partido con 2 triples consecutivos que pusieron el 60-67 en el marcador a 7:36 de la conclusión del cuarto. Poco después, el visitante Carlos Boozer cometía su cuarta falta y el local Joe Johnson anotaba su primera canasta en juego. Brooklyn creció y creció hasta remontar de un -17 a un -4 (65-69). En ese delicado momento, llegó un triple providencial de Jimmy Butler (que jugó los 48 minutos al completo). Final de cuarto con algunas escenas para el recuerdo, no todas agradables. Wallace pisó accidentalmente la cabeza al pequeño Robinson, susto que no pasó a mayores, después el propio Wallace hizo un matazo, maravillosa jugada en el poste de Brook Lopez, puerta atrás de Marco Belinelli, volcada sin remilgos de Joakim Noah… y 75-82 con todo el cuarto final por jugar.

El último período empezó a cámara lenta. Parcial de 1-4 en los primeros 5 minutos con un 2 de 13 en el tiro entre ambos equipos y sólo 2 canastas en juego, las 2 de Carlos Boozer. Brooklyn tardó más de 5 minutos en estrenar su casillero de canastas dinámicas. Bulls se había puesto 76-86, pero reaccionó Nets y tras un triple de Williams acortó hasta un 81-86. Hubo un tira y afloja. Chicago volvió a adquirir 10 de ventaja tras un triple de Belinelli, pero con D-Will en crecimiento los Nets volvieron a recortar a 5. Fue con un 2+1 del base que puso el 88-93 con 2:26 por jugar. Había partido.

Con 90-95, Joe Johnson completó su fatal actuación fallando un triple y Marco Belinelli empezó a poner el broche de oro a la suya. El italiano, feliz bajo presión, metió en los últimos 30 segundos los 4 tiros libres que dispuso. Lo hizo de forma limpia… ¡Anda que le tembló el pulso!. Ni siquiera un triplazo de Williams puso en peligro la merecida victoria visitante.

Noah y Belinelli fueron los triunfadores. El francés y el italiano formaron un consorcio europeo perfecto. El galo sumó 24 puntos, 14 rebotes y 6 tapones. El transalpino se fue a otros 24 puntos y resultó crucial al final. Además, 17 tantos y 7 rebotes de un Boozer que se metió en problemas de faltas. En los Nets, 24 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias de D-Will, 21 tantos y 9 rebotes de Brook Lopez y 19 tantos de un gran Gerald Wallace, además de 13 rebotes de Reggie Evans. En el lado negativo, la desaparición de Blatche en la segunda parte y, sobre todo, la noche desastrosa de Joe Johnson: 6 puntos con un 2 de 14 en el tiro que incluyó un 1 de 9 en triples. Johnson estaba llamado a ser referente positivo y lo fue negativo, culminando así una decepcionante campaña. A esta hora, Mikhail Prokhorov ya estará maquinando algo.