JORNADA NBA / temporada regular 2013-14

Knicks y Nuggets vencen a Miami y OKC pese a los esfuerzos de James y Durant

Carmelo Anthony, en NY, y Randy Foye y Ty Lawson, en Denver, lideran los triunfos de sus equipos

Mike Woodson deja sentado en el banquillo a J.R. Smith durante todo el partido en el Madison

hispanosnba.com |

LeBron James y Carmelo Anthony protagonizaron un bello duelo en el Knicks-Heat (Zuma Press/Icon SMI)

Los Knicks y los Nuggets siguen eliminando sus desajustes y llevan algunos partidos afinando su juego y mejorando sus resultados. Aún así, pocos esperaban el asalto al poder que se produjo esta noche con New York y Denver derrotando con cierta comodidad a Miami y Oklahoma City pese a los 32 puntos de LeBron James y los 30 de Kevin Durant.

En el Madison Square Garden de Nueva York, brilló sobre todos los demás Carmelo Anthony, que hizo un partido muy completo en su duelo, bello duelo, con LeBron James. Raymond Felton y Andrea Bargnani secundaron a la estrella local, Amar'e Stoudemire volvió a mostrar que puede ofrecer buenos minutos y Mike Woodson dejó sentado en el banquillo todo el partido a J.R. Smith. Su equipo lo agradeció.

En el estado de Colorado, el tremendo acierto desde el triple de Randy Foye y el francés Evan Fournier y la gran dirección de juego de Ty Lawson marcaron la pauta. OKC dejó a Kevin Durant demasiado solo. Tanto OKC como Miami atesoran una marca de 27-9 tras las derrotas del jueves.

New York 102 Miami 92

Los Knicks siguen encontrando su juego y ya encadenan 3 victorias consecutivas, lo que vista su temporada se antoja ahora mismo como un notable logro. Lo hacen ajustando algunas piezas y retirando otras. Anoche, por ejemplo, la pieza retirada fue J.R. Smith, que no jugó un solo segundo. El irreflexivo escolta de los Knicks solo pudo atarse y desatarse sus propias zapatillas en el banquillo.

Su equipo lo agradeció. Porque los Knicks hicieron un gran partido a pesar de no poder contar con Tyson Chandler y Beno Udrih, lo que dejó muy corta la situación en la pintura y en los bases, dado que Pablo Prigioni sigue lesionado. A pesar de las bajas y gracias al descarte de Smith el equipo funcionó.

Especialmente, en la segunda parte. Al descanso se había llegado con un 43-48 tras anotar LeBron una bonita canasta sobre la bocina del primer cuarto y hacer Carmelo Anthony un tiro final en el segundo cuarto que no valió porque quedó fuera de tiempo. Pero fue tras la reanudación cuando Knicks sacó a relucir todo su arsenal hasta meter 59 puntos a Miami en la segunda mitad.

La ruptura del encuentro estuvo en la concatenación del final del tercer cuarto y el inicio del último. Un parcial de 16-2 dio el control a los locales, un control del marcador que ya no abandonaron. Knicks partió con un 7-0 en el inicio del último cuarto con 4 jugadores anotando. Todo un signo.

Excelente rendimiento ofensivo, notable intensidad defensiva, dominio del rebote, control del juego con solo 10 pérdidas de balón... fueron muchos los aspectos que hicieron del juego de Knicks un juego casi redondo, pero el aspecto esencial tuvo nombre y apellido: Carmelo Anthony. Melo hizo anoche un grandísimo partido en su bellísimo duelo particular con LeBron. Anthony se fue a 29 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias, metió el 50% de sus tiros y estuvo siempre donde tenía que estar.

A su lado, Andrea Bargnani con 19 puntos, un Raymond Felton que empieza a hacerse notar (13 tantos y 14 asistencias ante Heat), Iman Shumpert con 4 triples y buena defensa y un Amar'e Stoudemire que aportó 14 puntos y 11 rebotes en 27 minutos. Entre bajas, castigos y jugadores que no cuentan, Woodson solo dispuso de 8 integrantes en su rotación.

Miami sufrió con el rebote, anduvo poco certero desde el tiro libre y solo tuvo a 2 hombres en buenas condiciones de juego: LeBron James (32 puntos con un 12 de 17 en el tiro) y Dwyane Wade (23 con un 11 de 15). El resto no estuvo a la altura salvo algunas pinceladas de Norris Cole. Chris Bosh solo hizo 6 puntos y Heat no pudo disponer ni de Mario Chalmers ni de Shane Battier, lo que se notó. 

Denver 101 Oklahoma City 88

Denver es una montaña rusa. Empezó la primera parte de la temporada con buenos resultados y alguna racha positiva notable, siguió con un auténtico infierno de un par de semanas sin ganar nada y con Andre Miller en el ojo del huracán y ahora parece volver a encontrar el sitio perdido durante esa mala racha. Eso sí, por ahora acumulan un 18-17, un balance que no está nada mal para el equipo de Brian Shaw.

Sin Andre Miller y sin Wilson Chandler, éste lesionado, los Nuggets brindaron un gran partido a la afición que se congregó en el Pepsi Center. Una afición que se divirtió especialmente en el tercer cuarto, momento en el cual Denver rompió a su rival.

Se había llegado al intermedio con un 60-51 favorable a las huestes locales, pero fue en el tercer cuarto cuando estalló todo. Importantes fueron el triple de Ty Lawson y la cesta de Quincy Miller para abrir el cuarto y ponerse 65-51, como lo fueron también minutos después los triples consecutivos de Evan Fournier y Randy Foye para colocar un expeditivo 81-61 en el marcador. El cuarto acabó con una ventaja de 23 puntos para Denver y, valga la redundancia, acabó con el partido. Todo lo que vino después fue orgullo y maquillaje.

Los locales machacaron al rival con sus exteriores. Para empezar, el equipo logró 14 triples con un 45% de efectividad. En esa fiesta destacaron un tremendo Randy Foye, que hizo su mejor marca anotadora de la temporada con 24 puntos tras meter 6 triples, y el francés Evan Fournier, autor de 19 puntos en 18 minutos tras enchufar 4. En esa exhibición de juego exterior participó también Ty Lawson con una notable dirección de juego. Acabó el base con 16 puntos, 14 asistencias y 7 rebotes. Clave su gran rendimiento.

A ese juego exterior feliz habría que añadir el poderío reboteador de Kenneth Faried y J.J. Hickson, que no hicieron gran cosa en ataque pero capturaron entre ambos 26 rebotes.

OKC fue cosa bien distinta. Solo anotó el 35% de sus tiros, totalizó 11 asistencias y dejó a Kevin Durant (30 puntos) demasiado aislado en ataque. Solo Reggie Jackson, que hizo un fantástico mate en el segundo cuarto ante Faried, y Derek Fisher, que metió 4 triples, aportaron algo a la ofensiva, mientras que Serge Ibaka colaboraba al menos en el rebote. Eso sí, muy mal la suplencia de Thunder, cuyo máximo exponente fue Jeremy Lamb, que acabó con un 1 de 12 en el tiro.