JORNADA NBA / playoffs 2012 (finales este)

Boston sorprende a Miami en Florida con un gran Kevin Garnett

Paul Pierce anota un triple decisivo a 52 segundos del final del partido

Chris Bosh reaparece y LeBron James encalla en los últimos minutos

hispanosnba.com |

Paralelismo completo en las Finales del Este y el Oeste. Boston, siguiendo el camino trazado por OKC, engarza 3 victorias consecutivas ante Miami y remonta el adverso 2-0 inicial. Lo hace ganando el quinto en Miami con Kevin Garnett y Paul Pierce decidiendo la contienda.

Al contrario que en el Spurs-Thunder, en el AmericanAirlines Arena los Celtics demostraron que la experiencia es un grado. Fue esa experiencia en momentos cruciales la que hizo meter un triple vital a Paul Pierce a 52 segundos del final y la que permitió cerrar el partido a Ray Allen y Kevin Garnett (el mejor de la noche) con 4 tiros libres en los segundos finales.

Regresó al juego el lesionado Chris Bosh, que lo hizo bien, aunque sólo pudiera jugar 14 minutos por sus limitaciones físicas. El problema de Miami es que en la ofensiva sólo contó con James y Wade, un problema que se hizo irresoluble cuando James entró en crisis en la recta final del encuentro. LeBron sólo metió 2 puntos en los últimos 8 minutos del partido, logrados a 9 segundos del final, agrandando su leyenda negra en los últimos cuartos de partidos de postemporada.

Ahora, Boston afronta un sexto partido en el Garden estando a una victoria del título de la Conferencia Este. Y en circunstancias así, esta franquicia no suele fallar.

Miami 90 Boston 94 (2-3)

Nos quedará en la retina ese triple de Paul Pierce ante el brazo defensor de LeBron James. Restaban 52 segundos para el final y ese tiro lejano de 'The Truth' ponía un 86-90 en el marcador que pesó como una losa hasta el final en el equipo de Florida. También se nos quedó en la retina el taponazo que le puso en las nubes Wade a Bass jugándose el cuarto final, pero ese tapón no gana partidos, es puro deleite estético. La verdad, la cruda unión estética-efectividad-decisión, vino de la mano de Pierce.

A partir de ese triple, Miami emprendió una carrera no siempre acertada en pos de su rival. Chalmers, por ejemplo, intentó equilibrar el triple encajado metiendo otro de forma rápida, pero erró. Luego vinieron algunos aciertos, pero a las cestas de Heat respondió la experiencia serena de Ray Allen, primero, y Kevin Garnett, después. Fueron 4 tiros libres con mucha presión a las espaldas. Y ninguno de ellos falló. Así fue como Garnett cerró el partido faltando 8 segundos. Merecía ser él el que lo hiciera, porque se marcó otra actuación descollante.

Garnett acabó con 26 puntos y 11 rebotes en esta segunda juventud que le ha llegado en la presente temporada. Fue el mejor jugador del partido. Su juego no presentó fisuras y supo estar cuando había que estar. Como lo supo estar Mickael Pietrus. El francés había resultado decisivo en la prórroga que dio el triunfo a Boston en el cuarto partido. Entonces, lo hizo sin anotar. Esta vez, su camino fue distinto. Resultó importante metiendo 13 puntos desde la segunda unidad, incluidos 2 triples en el último cuarto.

La victoria de Boston en Miami tiene doble mérito si tenemos en cuenta que el trío Pierce-Allen-Rondo sumó un paupérrimo 11 de 43 en el tiro de campo. Pierce, al menos, logró 19 puntos y el triple más importante del encuentro. Y Rondo aportó en otros muchos campos: 7 puntos, 6 rebotes, 13 asistencias y 4 robos. Por cierto, un Rondo que dio las mismas asistencias (13) que todo el equipo de Miami Heat, lo que no habla muy bien de la circulación de balón del conjunto de Spoelstra.

Un equipo, el local, que empezó el partido con un grado máximo de concentración defensiva. Lo hizo con un parcial de 7-0. Boston tardó prácticamente 3 minutos en anotar su primera cesta, que provino de su titular menos mediático, Brandon Bass. Pero es que el esfuerzo defensivo de Miami no quedó ahí, porque poco después los Celtics se atascaban en el punto 9 y permanecían otros 4 minutos sin anotar punto alguno. Y es que el primer cuarto del equipo de Rivers fue un continuo problema ofensivo.

Tras finalizar 24-16 ese primer cuarto, Miami siguió por los mismos derroteros y adquirió su máxima ventaja del partido al inicio del segundo. Un triple lateral de James puso el 31-18 con 9 minutos para alcanzar el descanso. Pero a partir de ahí se produjo un vuelco. Boston empezó a apretar en defensa y Miami se mostró muy errático en el tiro hasta alcanzar el desastre. En esos 9 minutos anteriores al descanso, los Heat firmaron un 2 de 17 en el lanzamiento para irse a vestuarios con una ventaja exigua (42-40).

La segunda parte estuvo sumida en la igualdad más absoluta. El tercer cuarto se cerró con un triple de Keyon Dooling que dio ventaja de 5 a Boston (60-65). Todo estaba por decidirse.

El cuarto final resultó tenso por lo mucho que se estaban jugando y el equilibrio en el marcador. Ningún equipo tomó más de 6 puntos de ventaja y tuvieron que ser los años, muchos años, acumulados por Pierce, Allen y Garnett los que decidieran el partido haciendo callar a más de uno que quería jubilarlos anticipadamente.

Miami dominó el rebote durante el partido, pero fracasó desde el triple (7 de 26) y perdió más balones (15) que asistencias sumó (13). El equipo de Spoelstra se atascó en los cuartos centrales, donde la gran defensa de Boston dejó a Miami en 36 puntos en 24 minutos. Y no supo hacer valer su calidad en el minuto final del partido.

Los locales vivieron de LeBron James (30 puntos y 13 rebotes) y Dwyane Wade (27 tantos). Entre ambos, metieron 57 de los 90 puntos del equipo y lanzaron 47 de los 82 tiros que intentaron los Heat. Nadie más alcanzó los 10 puntos en el cuadro local. Lo mejor para Miami, además de James y Wade, fueron los 9 puntos y 7 rebotes en 14 minutos del reaparecido Bosh y los 14 rebotes de un Udonis Haslem que en los 2 últimos encuentros ha hecho una labor encomiable en los tableros.

Eso sí, James agrandó su leyenda negra en los cuartos cuartos de partidos importantes de postemporada. Anoche, fue incapaz de anotar un solo punto durante 8 minutos del último cuarto, los que fueron de 8:10 para el final a 9 segundos. Un dato aterrador para alguien que quiere convertirse en leyenda de la NBA.

Al final, triunfo de Boston, cuyo entrenador, Doc Rivers, dijo tras la victoria: “No hemos hecho nada”. Aunque convendrá con todos el bueno de Rivers en que algo sí que ha avanzado su equipo de cara a jugar las Finales de la NBA. Bueno, el avance, si somos sinceros, parece mayúsculo.