ACTUALIDAD

El sindicato de jugadores de la NBA rechaza la última oferta de la liga

La NBPA no considera necesaria una votación global, pese a la petición de un sector de los jugadores

hispanosnba.com |

Los 43 jugadores que se reunieron ayer en Nueva York para estudiar la última oferta presentada por la liga, han decidido rechazarla de plano, lo que abre un panorama de incertidumbre ante el vencimiento hoy mismo del ultimátum dado por la liga.

“Nuestras instrucciones son claras: Ahora mismo, la actual oferta que hay sobre la mesa por parte de la NBA no es una que podamos aceptar”, afirmó Derek Fisher, presidente del sindicato de jugadores a la salida de la reunión a la que asistieron representantes de 29 de los 30 equipos de la liga (no hubo representantes de los Celtics). Mientras, el alero de los Cavaliers Anthony Parker reflejaba el sentir de los asistentes: "Una vez que se detalló claramente la oferta de la liga, todo el mundo dijo que era peor de lo que pensábamos".

Los responsables del sindicato de jugadores han rechazado la posibilidad de someter a votación en asamblea general ante los 439 miembros del sindicato con derecho a voto la última propuesta de la liga, pese a la petición en ese sentido de un buen número de jugadores, entre ellos el argentino Luis Scola que, hoy mismo y sin pronunciarse a favor o en contra, se preguntaba en su Twitter el porqué de esta última decisión.

El plazo dado por la liga para aceptar la propuesta vence esta tarde, a las 17 horas de Nueva York. A partir de ese momento, si la respuesta es no, los propietarios pretenden retirar dicha oferta y sustituirla por una mucho más perjudicial para los intereses de los jugadores.

La intención de los jugadores es tratar de reunirse con los representantes de los propietarios hoy mismo y forzar una oferta mejor, pero no está claro que consigan lo primero y mucho menos lo segundo. La situación amenaza con tensarse seriamente entre ambas partes para desesperación y enfado de millones de aficionados, que ven seriamente amenazada la celebración de una temporada que debería haberse iniciado hace ya una semana.