JORNADA NBA / PLAYOFFS 2010 - SEMIFINALES DE COnferencia

Gasol, Bynum y Odom trituran a los Jazz en la pintura

Bryant anota 30 puntos y Gasol suma 22 con 15 rebotes

Millsap y Miles, los mejores en Utah, que ya pierde por 2 a 0

hispanosnba.com |

El poder de los hombres altos de los Lakers se dejó ver anoche con toda su crudeza, más aún ante un equipo que tiene las bajas de Okur y Kirilenko y que a su dúo Boozer-Millsap une a Fesenko, un jugador todavía muy verde para estas lides. El español Pau Gasol volvió a brillar.

Gasol sumó 22 puntos y 15 rebotes en 37 minutos y sigue en su línea extraordinaria de juego. Kobe Bryant fue el máximo anotador del partido con 30 tantos y Bynum hizo su mejor encuentro desde que regresara para jugar los playoffs.

Los Lakers siempre dominaron, siempre dieron la sensación de ser muy superiores, pero el no apretar el acelerador en determinados momentos del encuentro les supuso tener que decidirlo, como ocurriera en el primer envite de la serie, en los últimos 5 minutos.

L.A. Lakers 111 Utah 103 (2-0)

Pocas veces esta temporada los 3 hombres de referencia del juego interior de los Lakers se han puesto de acuerdo para jugar brillantemente un partido. Anoche, ante los Jazz, sucedió esa extraña conjunción y Gasol, Bynum y Odom ofrecieron al unísono un gran rendimiento. Esa circunstancia hizo inviable una victoria de los Jazz, que se van del Staples Center con un 2-0 en contra y con la sensación de que este año tampoco podrán doblegar al equipo de Phil Jackson.

Es cierto que Kobe Bryant fue el motor ofensivo local con 30 puntos y 8 asistencias, pero en realidad la clave del encuentro estuvo en la zona, en los tipos altos.

También es cierto que dentro de ese rango de jugadores de pintura, los Jazz contaron con un excepcional Millsap, el mejor visitante con 26 puntos y 11 rebotes, y con un buen Boozer -20 tantos y 12 capturas en los aros-, pero esa pareja fue insuficiente para sostener el vendaval del trío interior de L.A.

Pau Gasol, Andrew Bynum y Lamar Odom sumaron entre los tres 50 puntos, 44 rebotes (tremenda esta cifra), 9 tapones y 18 de 24 en el tiro de campo, esta última estadística tampoco está nada mal. Y los Lakers en conjunto lograron 64 puntos en la pintura, 58 rebotes (una de las cifras más altas que se recuerda al equipo en playoff) y 13 tapones, un número considerable que refleja el poderío intimidador de los locales junto al aro. Y sin embargo, la escuadra angelina tuvo que volver a cerrar el partido en los minutos finales.

Da la sensación, viendo jugar a estos Lakers, que se trata de un equipo que domina perfectamente los tiempos del partido para ir tomando aire. Se escapa en el marcador, se toma un respiro y pierde su ventaja, con el aliento recuperado da otro estirón... y así se pasa el partido haciendo la goma, jugando al ratón y al gato con su rival. Pero este modo de proceder ya le ha costado más de un disgusto.

No es el caso en esta serie, en la que todo el pescado parece vendido a tenor de la manifiesta superioridad de los Lakers.

Unos Lakers que supieron anoche atar en corto a Deron Williams, y atar en corto al base de los Jazz es dejar a su equipo medio impedido. El base terminó con 15 puntos, 9 asistencias y 4 de 16 en el tiro, pero dejó una impresión de no poder con un partido que había empezado dominando en el primer cuarto de forma magistral, con un gran control de juego.

Pero al final, los hombres importantes del equipo mormón, sin desmerecer a Boozer, Williams o Matthews, fueron el ya citado Millsap y un Miles todo terreno que lo mismo defendió a Kobe Bryant que atacó con fluidez (20 puntos, 6 asistencias y 3 robos). Gran partido el suyo.

Con Chris Bosh como espectador de excepción en las gradas, los Lakers vieron cómo en el primer cuarto, período de tanteo, Artest explotaba ofensivamente -anotó 10 de sus 16 puntos- y cómo ya se veía que Bynum iba a hacer estragos en los tableros. Aunque fue en el segundo cuarto cuando los locales abrieron la brecha que ya se mantendría durante buena parte del encuentro. Desde ahí, ya nunca perdieron el dominio del marcador.

Al descanso se llegó con un holgado 58-46 y con los Lakers habiendo capturado ya 33 rebotes. Todos sus hombres importantes funcionaban. El buen inicio de Deron Williams se había ahogado. La cosa marchaba bien.

El tercer período resultó pausado, como si el partido se durmiese. Las diferencias oscilaron entre el +8 y el +15 en ese juego del ratón y el gato que antes mencionamos. A los Lakers les frenó su falta de control de la bola, donde los Jazz en este cuarto fueron maestros (6 pérdidas locales por ninguna visitante). A 11 segundos del final, Kobe hizo la canasta del partido trazada con pasos de baile en la pintura y expiró el cuarto con 87-77.

Comenzó el último cuarto con dudas, no fuera a pasar lo mismo que en el primer partido, cuando los suplentes californianos se hundieron en el inicio. Pudo pasar. Un parcial de 0-6 colocó un amenazante 89-83 en el marcador, pero la segunda unidad aguantó, si bien Jackson no debía confiar mucho en ella cuando sacó a Bryant y Gasol apenas transcurridos menos de 4 minutos.

Sin embargo, uno de los que quedaba en pista de la segunda unidad, Farmar, aún tuvo tiempo de liarla. Personal en ataque, mala defensa y tapón recibido. Todo enlazado en un minuto. Y Utah que se puso a 4 puntos (96-92) restando 6 minutos.

No pasó nada que no se esperara. Viendo las orejas al lobo, los Lakers apretaron el acelerador y resolvieron sin problemas en los últimos minutos de la mano de Bryant, Gasol y Odom, que acabó con 11 puntos, 15 rebotes y 4 de 4 en el tiro. Y los Lakers se encaminan con paso firme a su tercera final de Conferencia consecutiva.