JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Semifinales Oeste

David West aúpa a los Hornets y coloca a San Antonio Spurs al borde de la eliminación

El ala-pívot de New Orleans, ayudado por Paul, anota 38 puntos y captura 14 rebotes

Ginóbili logra 20 puntos y Horry se convierte en el jugador de la NBA que más partidos de playoffs ha disputado

hispanosnba.com |

Los Hornets de Chris Paul y Byron Scott crecen y crecen. Crecen tanto que, por momentos, están empequeñeciendo a los actuales campeones de la NBA, los Spurs de San Antonio, el mejor equipo de la última década.

Anoche se vivió un nuevo capítulo en el duelo entre los Hornets y los Spurs, el quinto, que acabó con victoria local por 101-79, lo que sitúa a los de Nueva Orleans con 3-2 en la eliminatoria, a un paso de clasificarse para la Final de la Conferencia Oeste.

Los de Byron Scott se alzaron con el triunfo aplicando a los Spurs su propia medicina (defensa, defensa y más defensa). Su holgada victoria reafirma la doble vida que acompaña a esta aliminatoria. Una bipolaridad que se manifiesta según se juegue el partido en el pabellón de uno u otro equipo. Y es que el factor cancha parece inquebrantable.

Un más que inspirado David West

En esta ocasión, el nombre propio sobre el que reposó la victoria de New Orleans no fue Paul, a pesar de que hizo un gran partido, sino que fue David West, que se sacó de la chistera una actuación simplemente excepcional.

El ala-pívot local resultó imparable para los chicos de Gregg Popovich. Sus números lo dicen todo: 38 puntos, 14 rebotes, 5 tapones, 5 asistencias y 16 de 25 en el tiro de campo. 44 minutos para enmarcar en los que el jugador formado en la Universidad de Xavier se fue hasta los 52 puntos de valoración.

Pero West no estuvo solo. Paul, por ejemplo, volvió a demostrar su destreza a la hora de dirigir a su equipo y, aunque no estuvo fino en el tiro, acabó con 22 puntos (16 en la segunda parte), 14 asistencias y una sola pérdida de balón en 43 minutos. Su papel a la hora de distribuir el juego fue capital y su función anotadora creció exponencialmente en el tercer cuarto, que fue el período en el que los Hornets masacraron a los Spurs con un tremendo parcial de ¡28-11!.

Para alcanzar esa excelencia defensiva, los de Byron Scott tuvieron que aplicar a la perfección en la pista las consignas de su entrenador. Un entramado defensivo provisto de fantásticas ayudas que dejó en cueros el juego ofensivo de Tim Duncan, que sólo pudo encestar 10 puntos con una paupérrima serie de 5 canastas de 18 intentos. La labor defensiva de Chandler sobre Duncan resultó ejemplar, demostrando el pívot local su enorme capacidad para desarrollar un juego tremendamente físico en el poste. A pesar de ello, Duncan mostró, una vez más, su gran inteligencia en la cancha, y viendo que no podía ayudar mucho a su equipo en ataque se volcó en el trabajo bajo los tableros, lo que le llevó a capturar, nada más y nada menos, 23 rebotes de los 41 que atrapó su equipo.

El máximo anotador de los Spurs fue el argentino Manu Ginóbili, que se fue hasta los 20 puntos y 7 asistencias, con 3 de 7 en triples, aunque anduvo errático en el tiro de 2. El escolta formó nuevamente un tándem peligroso con el base francés Tony Parker, que fue el segundo máximo encestador visitante con 18 puntos, si bien estuvo bastante maniatado a la hora de dirigir el juego.

Los Spurs contaron, nuevamente, con un gran Bowen en defensa, donde volvió a anular a Stojakovic, y con un incisivo Udoka desde el banco -9 puntos-, aunque se trató de la única aportación relevante de una segunda unidad que anduvo muy perdida y en la que se incrustó el argentino Fabricio Oberto (2 puntos, 3 rebotes y 5 faltas personales en 16 minutos). Un Oberto, por cierto, que recibió una técnica tras un incidente con Melvin Ely, que también fue sancionado.

Una máquina de hacer baloncesto

Se llegó al descanso con 44-47 para los visitantes en el marcador, un resultado que auguraba una prolongación llena de emociones fuertes e igualdad. Pero los augurios se vinieron abajo en el tercer cuarto, momento en el que los locales hilvanaron un baloncesto de muchos quilates que destruyó de forma salvaje la oposición texana.

Baste decir que el cuarto concluyó con un parcial de 28-11. Los Hornets, dirigidos por Paul, no dieron opción alguna a su contrincante. Paul acabó el cuarto con 12 puntos y 3 asistencias, West añadió 8 tantos y Peterson, que logró 4 canastas de 3 en el encuentro, enchufó 2 importantes triples que minaron, y mucho, la resistencia psicológica de los texanos.

El declive de San Antonio comenzó con 51-51 en el electrónico. Restaban 8:44 para finalizar el tercer período. Entonces, los del estado de Louisiana hicieron un 13-0 a los de Popovich para adelantarse 64-51 a falta de 4:37. Fue un primer aviso, pero los Spurs resistieron, como pudieron, el embate de su rival.

Esa resistencia numantina permitió al conjunto de Texas andar durante muchos minutos por la cuerda floja. Su vida pendía de un hilo, pero se mantenía a flote a duras penas, conservando una desventaja en torno a la decena de puntos.

Y así se llegó a la recta final del último cuarto. Los Spurs se colocaron a 8 puntos de los Hornets (85-77) a falta de 4:33. Todos apostaban por su oficio, al menos para protagonizar un final de infarto. Pero no fue así.

Los últimos 4 minutos y 33 segundos del encuentro resultaron demoledores para las aspiraciones visitantes. El parcial fue de los que hacen época: 16-2 para los Hornets. La defensa de los Spurs hizo aguas, y Pargo se constituyó en el héroe que dio la puntilla a los actuales campeones de la NBA. Jannero Pargo anotó 7 tantos en esa recta final y encabezó la victoria que coloca el 3-2 en el marcador de la serie. Mientras, San Antonio no sólo naufragaba en defensa sino que también se diluía en ataque. En esos 4 minutos y medio anotó 2 puntos con 1 de 6 en el tiro de campo y 0 de 3 en los tiros libres. Una nulidad ofensiva más que preocupante.

El resultado no dejó lugar a duda. Los locales alcanzaron su máxima ventaja al final (101-79) tras ganar la segunda parte por 57 a 32.

Lo hicieron tras dejar a su rival en un pobre 37,7% en el tiro (ambos equipos tiraron mejor de 3 que de 2), tras lanzar casi el doble de tiros libres que los Spurs y tras robar 8 balones y perder 6 frente a una recuperación y 10 pérdidas del equipo de Ginóbili y Oberto.

Horry se convierte en una leyenda

Lo único positivo para los de Popovich fue el récord logrado anoche por Robert Horry, que alcanza ya la calificación inequívoca de leyenda de la NBA. A punto de cumplir los 38 años, el alero de los Spurs jugó anoche su partido número 238 de playoffs, convirtiéndose en el jugador que más encuentros de post-temporada ha disputado en la historia de la NBA. Ante los Hornets superó el récord, que poseía Kareem Abdul-Jabbar con 237 encuentros. Horry lleva 16 temporadas en la liga y ningún año ha faltado a su cita con los playoffs. En esos 16 años se ha hecho con 7 títulos de la NBA con 3 equipos diferentes (Houston Rockets, Los Angeles Lakers y San Antonio Spurs). Sus números apabullan.

Tras la dolorosa derrota en el quinto partido, a los Spurs sólo les queda acudir a la heroica, aunque hay algunos datos que les puedan llevar al optimismo. Su poderío como locales debería dejar la eliminatoria empatada a 3 a expensas del último partido, que se disputaría en Nueva Orleans. Y hasta allí podrían llegar muy tocados algunos jugadores importantes de Byron Scott. Sin ir más lejos, anoche Tyson Chandler tuvo que abandonar el partido en el último cuarto por un problema en su pie izquierdo y el héroe del encuentro, David West, tuvo que aplicarse hielo en la espalda nada más ser sustituido.

Hoy por hoy, los Hornets se han ganado el 'título' de favoritos, dado su rendimiento y a pesar de tratarse de una franquicia que nunca ha conseguido pasar la segunda ronda de post-temporada. Pero no hay que subestimar el poder de la fuerza.

New Orleans Hornets 101 San Antonio Spurs 79 (3-2)
NEW ORLEANS: Paul (22), Peterson (12), Stojakovic (9), West (38), Chandler (4) -cinco inicial- Pargo (10), Wells, Wright, Ely (2), Armstrong (1), R.Bowen y James (3).
SAN ANTONIO: Parker (18), Ginóbili (20), B.Bowen (10), Duncan (10), Thomas (2) -cinco inicial- Udoka (9), Oberto (2), Finley (2), Barry (3), Horry (1), Stoudamire (2) y Vaughn.
Parciales: 21-23, 23-24, 28-11 y 29-21.