JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Semifinales Oeste

Ginóbili resurge y arrastra a San Antonio a su primera victoria ante los Hornets

El argentino y su compañero Parker ofrecen una combinación explosiva de 62 puntos

Buen partido de Oberto en los tableros y nueva exhibición de Chris Paul

hispanosnba.com |

San Antonio llegó al tercer partido de su serie contra New Orleans Hornets con el agua al cuello, pero, como le suele ocurrir a este equipo, supo vencer el delicado trance con maestría. Su victoria en el AT&T Center (110-99) sitúa a los de Popovich en la eliminatoria, si bien por lo visto en los tres primeros choques le va a ser muy difícil al equipo texano acceder un año más a la Final de la Conferencia Oeste.

Los Spurs resurgieron de la mano de sus dos estrellas del perímetro, el argentino Manu Ginóbili y el francés Tony Parker, que protagonizaron dos extraordinarias actuaciones que combinadas dieron un cóctel explosivo que terminó por derribar el muro de los Hornets. Entre el base y el escolta sumaron 62 puntos (31 por cabeza), una conjunción de astros que no es nada habitual, ya que solamente 3 veces en los últimos 15 años un base y un escolta de un equipo han sumado cada uno 30 o más puntos en un mismo partido de post-temporada.

El resurgir de Ginóbili resultó capital. El jugador de Bahía Blanca comenzó los playoffs con una actuación extraordinaria ante los Phoenix Suns, pero después se ha movido en un terreno irregular que le ha llevado a tropezar y erguirse con demasiada frecuencia. Ginóbili no ha mostrado una excelencia constante, tan propia de él, y ha alternado buenas actuaciones con otras más bien flojas. Y, lo que es peor, no ha llegado a rendir en ningún momento a su más alto nivel. Anoche lo hizo.

El internacional albiceleste salió de titular y esa titularidad le sentó muy bien. Su aportación fue decisiva, acabando con 31 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias en 40 minutos de juego.

El otro miembro de esta pareja de baile, Tony Parker, no le anduvo a la zaga, si bien en su debe hay que anotar que fue incapaz de parar a un cada día más imparable Chris Paul. El director de juego francés aportó a los Spurs 31 puntos y 11 asistencias. Tanto él como Ginóbili asumieron gran parte de la responsabilidad ofensiva (tiraron 46 veces a canasta) y resolvieron la situación con acierto (anotaron 23, es decir, la mitad de esos lanzamientos).

Junto a ellos se movió en buenos números el tercer miembro estelar de los Spurs, en realidad su gran estrella, Tim Duncan. El de las Íslas Vírgenes estuvo muy bien defendido en la primera parte, pero en la segunda tuvo una mayor capacidad de acción, terminando el partido con 16 puntos, 13 rebotes y 4 tapones.

A nivel individual hay que destacar también la formidable labor de Bruce Bowen en defensa sobre Peja Stojakovic, un fantástico trabajo que aún tuvo tiempo de completar con la transformación de 4 triples. También resultó digno de resaltar la primera parte de Finley desde el banquillo (11 puntos) y el trabajo en los tableros del pívot titular, Kurt Thomas, y el suplente, Fabricio Oberto. Entre los dos sumaron 19 rebotes (10 del primero y 9 del segundo). El jugador argentino se fajó de forma más que brillante bajo los aros y, aunque sólo aportó 2 puntos y 2 asistencias, contribuyó de forma notable a que la química de los Spurs apareciera de nuevo en estos playoffs.

Partido igualado hasta el último cuarto

El encuentro se desarrolló durante los tres primeros cuartos en un plano de igualdad, tal y como refleja el resultado al descanso (54-56), un marcador al que se llegó tras una enorme canasta de Manu Ginóbili sobre la bocina. Extraordinario, y pleno de inteligencia baloncestística, fue el desmarque del jugador argentino y grande su canasta desde la esquina, muy cerca del triple, en una suspensión libre de marca cayendo hacia atrás.

Fue esa canasta la culminación de un gran cuarto del de Bahía Blanca, ya que Manu anotó 12 puntos en el segundo acto para un total de 16 al descanso. Parker con 12 y Finley con 11 sobresalieron también, mientras que Duncan fue perfectamente detenido por Chandler y un ejército de ayudas, lo que le hizo llegar al ecuador con 5 puntos.

Del otro lado, dos hombres destacaron hasta entonces sobremanera, y lo siguieron haciendo después. Chris Paul alcanzó los vestuarios con 18 puntos y David West con 11.

El tercer cuarto apenas representó ninguna novedad (terminó 83-78), aunque en la retina de todos los buenos aficionados quedará la soberbia canasta lograda en la parte final de este período por Chris Paul. El mejor base de la liga, que ayer concluyó con 35 puntos y 9 asistencias, penetró en la zona rival y cuando llegó a los dominios del aro evitó a sus contrincantes dando una especie de media vuelta que le hizo intentar la canasta de espaldas al aro. Y el balón entró contra todo pronóstico.

Fue la de anoche una nueva experiencia intensa regalada por Paul a los aficionados. Ante la gran defensa de Bowen sobre Stojakovic, Paul tuvo que tomar mayores decisiones personales a nivel ofensivo -tirar más y pasar menos-, si bien su conexión con David West (23 puntos y 12 rebotes) permaneció intacta. Y lo hizo con una madurez incontestable en el manejo del balón (perdió uno en 42 minutos de juego). Lo mejor de este base no son sus números, ya de por sí estratosféricos, sino cómo los hace. Su baloncesto está cargado de fundamentos, inteligencia y estética. El suyo es un soplo maravilloso para esta NBA.

Un parcial que decide el partido

Arrancaron, por lo tanto, los últimos 12 minutos con ese resultado de 83-78 que dejaba un poso de intranquilidad bastante serio en las gradas del AT & T Center. Pero ese equilibrio duró poco.

Un parcial de 11-0 mató el partido. En 3 minutos y 38 segundos se resolvió el choque. Los locales dominaban por 90-88 a 9:35 del final, y fue ahí donde pudieron, por fin, demostrar que pueden luchar contra estos Hornets por la victoria. No lo hicieron a partir de una gran racha de alguno de sus jugadores, sino que lo hicieron a través de un gran impulso colectivo tanto en ataque como en defensa. En la ofensiva esos 11 puntos fueron una fiesta de todos, ya que los anotaron cuatro jugadores (Ginóbili, Parker, Dunca y Bowen); en defensa, los de Gregg Popovich funcionaron como ese grupo compacto que ha maravillado en los últimos años y que ante los Hornets no encuentra su sitio.

En esos algo más de 3 minutos y medio, New Orleans falló sus 5 tiros, incluido un tapón que le puso Duncan a West, y perdió un balón. Tras el parcial, el luminoso se colocó en un cómodo 101-88 a 5:57 de la conclusión.

Con ese colchón de puntos los Spurs sólo tuvieron que demostrar por enésima vez que son uno de los mejores equipos de la historia de la NBA en cuanto a la administración de las ventajas. A ello contribuyó también el desacierto en esos momentos desde la línea de tiros libres de David West (falló 3). Esa cuidada administración de la ventaja llegó a su límite en los 2 últimos minutos del choque, que depararon un parcial de 3-4 para los visitantes. Y es que tras el parcial de 11-0 la victoria del equipo texano nunca estuvo en peligro.

Triples y juego colectivo

Los dos equipos tiraron de forma muy similar a canasta, tanto en cantidad como en porcentajes, pero los triples marcaron la diferencia. La obsesión defensiva por Duncan abrió el campo y permitió posiciones cómodas para los tiradores locales, que lograron 11 triples de 25 intentos (un gran 44%). Un acierto que contrastó con el desacierto visitante (2 de 11).

Ésta fue la gran diferencia del partido. La otra, que tiene que ver más con el modo de juego que con el resultado en sí, radicó en el número de pases de canasta. Los de Popovich brindaron un juego solidario (28 asistencias) frente a los problemas que tuvo New Orleans para lograr una buena circulación de la bola (sólo 15 asistencias -9 de Paul y 6 del resto de los jugadores).

El de anoche era un partido clave para saber si había o no serie entre San Antonio y New Orleans. Tal y como cabía esperar, la hay, pues la victoria sitúa el marcador en 2-1.

San Antonio Spurs 110 New Orleans Hornets 99 (1-2)
SAN ANTONIO: Parker (31), Ginóbili (31), B.Bowen (12), Duncan (16), Thomas (4) -cinco inicial- Oberto (2), Finley (9), Barry, Udoka, Horry (3) y Vaughn.
NEW ORLEANS: Paul (35), Peterson (3), Stojakovic (8), West (23), Chandler (12) -cinco inicial- Wells (6), Pargo (2), Wright (6), Ely (4) y R.Bowen.
Parciales: 21-23, 33-33, 29-22 y 27-21.