Oklahoma City Thunder no afloja. Este domingo triunfo en Phoenix, 110-118, para sumar 7 victorias en los últimos 8 partidos y liderar en solitario la Conferencia Oeste con balance de 42-18, por el 42-19 de Timberwolves y Nuggets.
Nuevamente Shai Gilgeous-Alexander lideró a su equipo. El canadiense terminó la noche con 35 puntos, 8 rebotes, 9 asistencias, 3 robos y 3 tapones en otra actuación descollante. Nadie ha sumado más partidos de 30 o más puntos en la temporada entre todos los jugadores de la NBA.
La otra gran actuación de la noche la protagonizó el local Jusuf Nurkic, que batió el récord reboteador de la historia de los Suns con 31 rebotes -nada menos que 13 ofensivos-. El récord estaba en poder de Tyson Chandler con 27. Esos 31 rebotes de Nurkic son la máxima cantidad de rebotes capturados en un partido de la NBA en los últimos 14 años.
Thunder volvió a mostrar sus fortalezas, y cerró con notable habilidad un partido en el que sufrió en los tableros, con Nurkic comiéndose al novato Chet Holmgren. Pero hubo un abismo en una faceta del juego: Suns robó 2 balones y perdió 21 y Thunder recuperó 16 y solo perdió 5.
Jalen Williams le dio a OKC 22 puntos y el joven Holmgren quedó con 14 tantos y 9 rebotes.
Phoenix sufrió yendo a remolque. Alcanzó el descanso perdiendo 52-66 y llegó a estar con 24 puntos de desventaja en el marcador, pero luchó hasta donde pudo, hasta bien entrado el cuarto final.
Bradley Beal fue su máximo valedor ofensivo. El escolta jugaba su segundo partido tras regresar de su lesión (en el encuentro de su regreso fue expulsado) y se fue a 31 puntos y 6 asistencias, con 10 de 14 en el tiro, siendo su punto débil el gran punto débil de su equipo: las pérdidas de balón. Extravió 7.
Monumental noche de Nurkic con 14 puntos, 31 rebotes y 4 asistencias y gris partido de Kevin Durant con 20 puntos. Eric Gordon metió 15.