En una semana todo ha cambiado. La semana pasada los Cavs renunciaban prácticamente al proyecto de renovación de su pabellón. Ayer, sin embargo, el proyecto renacía de sus cenizas. Toda una montaña rusa en torno a la franquicia de Ohio.
Cleveland Cavaliers quería remodelar el Quicken Loans Arena. Por dentro, más servicios de cara a los aficionados. Por fuera, un exterior de vidrio para romper la imagen actual. Todo ello costaba 140 millones de dólares. El problema es que la mitad tenía que proceder del dinero público. Y muchos contribuyentes no estaban por la labor. Se acumularon retrasos y todo se torció.
Sin embargo, unos días después la situación ha dado un auténtico giro. Ahora, los Cavaliers aseguran que seguirán con el proyecto. Todo queda igual. El club pondrá 70 millones de dólares. Y los otros 70 millones procederán de las arcas públicas.
La clave radica en que las autoridades se han comprometido a ofrecer una serie de contrapartidas a los ciudadanos. Unas contrapartidas que pasan, sobre todo, por inversión en materia sanitaria.
The Q tiene 22 años. No son excesivos. Pero está muy lejos de los mejores pabellones de la NBA. Por eso, la necesidad de darle un auténtico lavado de cara. De ahí el empeño de la franquicia.
Cavaliers extenderá, además, el arrendamiento del pabellón. Será por 7 años más. De modo que el acuerdo finalizará en 2034.