Repaso en toda regla de los Grizzlies a los Warriors, de principio a fin, a lo grande, con un juego coral basado en una fantástica defensa y en una intensidad apoteósica en la cancha. Memphis dejó a Golden State en 89 puntos para ganar por 21 e hilvanar así su 6º triunfo consecutivo.
Parece mentira, pero estos Grizzlies sin Mike Conley, que estaba haciendo una gran temporada, parecen imparables. Con jugadores cuyos nombres no dicen nada a la mayoría de los especialistas, David Fizdale está obrando un pequeño milagro con Marc Gasol como cabeza visible.
El partido ante Warriors resultó inesperado desde el salto inicial. Ya en el primer cuarto, Memphis llegó a dominar por 18 puntos (29-11) y al descanso los locales ganaban por 23 con un resultado alucinante: 61-38.
Por entonces, Kevin Durant era lo único que funcionaba en un equipo en pleno cortocircuito ante la desesperación de Steve Kerr. En la primera parte, Golden State sumó solo 38 puntos, con un 35% en el tiro de campo, un 23% desde el triple y 11 pérdidas de balón.
Ventaja de 30 puntos
Pero es que al comienzo del tercer cuarto... ¡Memphis se llegó a poner con 30 de ventaja: 68-38! Todo era hiperbólico, como el taponazo que le plantó Troy Williams a Stephen Curry.
Y nada cambió en toda la segunda parte. Los Warriors, maniatados en ataque; los Grizzlies disfrutando del lujo que se estaban dando. Al final, 21 puntos de diferencia para los locales con 7 jugadores en dobles dígitos anotadores.
Marc Gasol acabó con 19 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias pese a la defensa de Draymond Green, Tony Allen añadió 19 puntos y defensa monumental, JaMychal Green sumó 14 tantos y 10 rebotes, Zach Randolph terminó con 14 más 7 rebotes en 21 minutos... todo funcionó en Memphis.
En Golden State, 21 puntos de Kevin Durant y 17 con 8 asistencias de Stephen Curry, aunque entre Curry y Klay Thompson sumaron 8 de 28 en el tiro de campo. Y un dato colectivo que lo dice todo: ¡Warriors acabó con 15 asistencias y 23 pérdidas de balón! Steve Kerr tenía cara de pocos amigos.