El primer gran partido de la temporada lo disputaron Chicago y Cleveland y terminó con victoria local por 97-95. Nikola Mirotic y Pau Gasol fueron titulares y corrieron muy distinta suerte. El primero hizo un gran partido con la única sombra de sus problemas con las faltas; el segundo tuvo una muy mala noche en ataque, pero protagonizó la jugada decisiva.
Kevin Love había anotado 2 triples para apretar un partido que siempre dominó, aunque por estrecho margen, Chicago. Esos 2 triples pusieron un apretado 97-95 en el marcador. Derrick Rose falló un tiro importante y Cleveland se quedó con 10 segundos para ganar. Entonces, LeBron James buscó el empate y se encontró con un taponazo de Pau Gasol. Restaban 3,6 segundos. Tras ello, los Cavs tampoco supieron resolver.
De ese modo, Fred Hoiberg ganaba en su debut como entrenador en la NBA. Lo hizo en un partido que resultó decepcionante en líneas generales.
Acabó así un partido en el que Mirotic fue el máximo anotador de los ganadores con 19 puntos, que acompañó con 9 rebotes y buenos porcentajes. Gasol, en cambio, solo hizo 2 puntos y 2 rebotes en 32 minutos. Desempeño horrible que compensó con 6 tapones, el último crucial.
Chicago hizo casi tantos tapones (10) como asistencias (13), llegó a dominar por 13 en el marcador y tuvo como puntas de lanza ofensivas al citado Mirotic, a Derrick Rose y a Jimmy Butler, que anotaron 18 y 17 puntos, respectivamente. Ayudaron también el poder reboteador e intensidad en la pintura de Taj Gibson y Joakim Noah, que acabó con tocado en una rodilla.
En los perdedores. 25 puntos y 10 rebotes de LeBron James a pesar de sus males de espalda, 19 tantos de Mo Williams y 18 de Kevin Love, con buenas aportaciones de Richard Jefferson en el juego en general y de Tristan Thompson en el rebote.