El calvario físico de Andrea Bargnani parece tocar a su fin. El jugador romano de los Knicks debutó anoche en la temporada. En realidad, fue un gran regalo de fin de año para él, ya que llevaba 11 meses sin jugar un partido en la NBA.
No fue feliz su regreso en lo colectivo. Los Knicks volvieron a ofrecer una mala imagen y perdieron en Los Ángeles ante los Clippers por 99 a 78. Sus números personales: 9 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias en 20 minutos de juego con un 4 de 11 en el tiro de campo.
Bargnani salió a la cancha cuando ya se llevaban jugados más de 6 minutos y medio del primer cuarto. Lo hizo sustituyendo a Jason Smith. Fue un momento de satisfacción personal para el jugador transalpino, ya que su último partido en la NBA databa del 22 de enero. El rival, entonces, fue Philadelphia.
Estos 11 meses sin jugar en la liga se debieron a una cadena desafortunada de lesiones. La primera, y más grave, llegó entonces, en enero de 2014, cuando se dañó el ligamento del codo izquierdo y dijo adiós prematuramente a la temporada.
Pretemporada y temporada
En la pretemporada de octubre, siguió fuera de juego, pero ya no por el codo, sino por una lesión muscular en el muslo de la pierna derecha. Se dijo entonces que, además de no entrar en la preparación de los Knicks, se podría perder algunos partidos en el inicio de la temporada.
Pero aún se complicó más la situación cuando avanzado noviembre, estando a punto de debutar ya en el actual curso, sufrió otra lesión en la pierna derecha, pero en una zona distinta. Ésta última ha hecho que no haya podido estrenarse en la temporada hasta ahora, cuando ya se han jugado 2 meses de competición.