Victoria incuestionable de Indiana Pacers ante Miami Heat por 107-96 en el partido inaugural de las Finales del Este. Un triunfo fraguado desde el minuto 1 en un encuentro en el que se ha podido ver la mejor versión de los Pacers, la de principio de temporada, frente a unos Heat decepcionantes que han carecido de intensidad, de pulso ganador y de músculo competitivo.
Ganó Indiana amparándose en un gran quinteto inicial liderado por los 24 puntos de Paul George y por la superioridad en el juego interior de David West y Roy Hibbert.
La imagen sólida de los locales no deja de tener su trascendencia, toda vez que Indiana ha de hacer del Bankers Life Fieldhouse un fortín para conseguir que prevalezca el factor cancha que no tuvo el año pasado y del que ahora sí goza.
En Miami, LeBron James y Dwyane Wade llevaron la manija ofensiva, destacando también los muy buenos minutos de Chris Andersen y la decepcionante actuación de Chris Bosh.
Indiana 107 Miami 96 (1-0)
Inesperado modo de arrancar las Finales del Este. No tanto por la victoria de Indiana, sino por cómo se produjo. Con suficiencia, solidez y escasa respuesta competitiva de los vigentes campeones, que carecieron de los valores que les habían hecho perder solo 1 partido en lo que llevábamos de postemporada.
Porque la superioridad local no ofreció dudas desde la primera parte. El primer cuarto ya acabó con un 30-24 para Indiana tras los minutos más felices de George Hill, autor de 11 puntos en ese primer acto, en el que Pacers anotó el 61% de sus tiros y un 5 de 6 desde el triple, sumó 8 asistencias y dejó en 0 puntos a un inoperante Chris Bosh.
Lo peor para Miami fue que en el segundo cuarto se prolongó su deficiente trabajo defensivo hasta irse al descanso con 55 puntos encajados y 10 de desventaja. Los locales seguían en torno al 60% de efectividad en el tiro, Lance Stephenson había vivido muy buenos momentos, Roy Hibbert y David West dominaban la pintura y el equipo de Indianápolis dominaba pese al nulo segundo cuarto de su máxima estrella, Paul George, y pese a no contar en la segunda unidad con Evan Turner, que no jugó al estar enfermo.
En Miami pocas cosas funcionaban. Finalmente, Erik Spoelstra mantuvo de inicio como titular a Shane Battier dejando en el banquillo a Udonis Haslem y la cosa no funcionó muy bien. De hecho, los hombres altos locales marcaron diferencia ante los visitantes.
Se podría pensar que Heat se estaba reservando para la segunda parte, que estaba, como mucha otras veces, empezando suave el partido para ganar músculo con el paso de los minutos, pero eso hubiera sido muy atrevido ante un equipo del potencial de Indiana y en una final de conferencia. De hecho, no era así. Lo que ocurría, simplemente, era que Heat no estaba cómodo en la pista.
Indiana mantenía su solidez, seguía atacando de forma fluida y se llegaba a poner con un 72-54 tras una cesta fácil de West, una puerta atrás de George y un triple de Lance Stephenson. El partido se hallaba mediado el tercer cuarto y todos los titulares locales ya habían anotado 10 o más puntos. La ventaja alcanzó su punto culminante con un +19. Hubo una pequeña reacción con 6 puntos seguidos visitantes en los que intervino siempre LeBron, pero una canasta final de George puso un claro 83-70 al finalizar el tercer cuarto.
Y tampoco el último período le sirvió a Miami, que para cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde. Los Heat llegaron a ponerse a menos de 10 puntos, pero a 4 minutos del final seguían perdiendo por 18 tantos (102-84). No había partido. Ni siquiera los malos modos de Mario Chalmers, con una fea y peligrosa falta flagrante sobre C.J. Watson, el único suplente con peso en Indiana, sirvieron de algo.
Indiana ganaba anotando 107 puntos, su máxima anotación sin mediar prórroga desde el mes de febrero. Lo hacía con Paul George en 24 puntos y 7 asistencias y los interiores David West (19 tantos, 7 rebotes y 8 de 11 en el tiro) y Roy Hibbert (19 tantos y 9 rebotes) dominando las cercanías del aro. Stephenson sumó 17 puntos y 8 pases de canasta, Hill se quedó en 15 y Luis Scola aportó 2 tantos y 5 rebotes en 14 minutos de juego.
Miami podría quejarse del desequilibrio de faltas: 15 locales y 26 visitantes. Lo que se tradujo en 37 lanzamientos de libres de Indiana por solo 15 de Heat. Pero sería injusto basar en esa diferencia la derrota. Y absurdo. Wade hizo 27 puntos con un 12 de 18 en el tiro y LeBron se fue a 25 tantos, 10 rebotes y 5 asistencias con un 11 de 18. Muy bien Chris Andersen (14 puntos en 19 minutos), correcto Ray Allen y mal jugadores como Mario Chalmers y, especialmente, Chris Bosh, que no anotó casi, no ayudó en el rebote y falló un buen número de triples.