JORNADA NBA / PLAYOFFS 2013 (1ªRONDA)

Chris Paul derrota en el último segundo a Memphis y coloca a Clippers con 2-0

Los Bulls sorprenden a los Nets en Brooklyn y empatan la serie jugando en grupo

Chicago consigue el primer triunfo visitante en playoffs tras la disputa de 10 partidos

hispanosnba.com |

Mike Conley hizo un partido sensacional, pero al final no pudo evitar que todos los focos apuntaran a Chris Paul. El base de Clippers metió en los últimos 4 minutos del partido los 8 puntos de su equipo y encestó en el último segundo la canasta del triunfo.

Fue un canastón que puso el 93-91 en el marcador con 1 décima de segundo por jugar. Fue, por lo tanto, a efectos prácticos una cesta sobre la bocina. La acción dejó en papel mojado el mate con el que Marc Gasol (17 puntos) había empatado el encuentro a 91 con 13,9 segundos por jugar. Y los Clippers se colocan 2-0 en la serie.

Mientras, Chicago ganó 82-90 en Brooklyn y empató la eliminatoria con los Nets a base de defensa y juego colectivo, con muchos jugadores aportando y Joakim Noah elevando su dosis de minutos y su contribución al juego. Igualmente importante el gran partido de Kirk Hinrich, que anuló a Deron Williams. La victoria de Bulls es la primera de un equipo visitante en la postemporada tras la disputa de 10 encuentros.

L.A.Clippers 93 Memphis 91 (2-0)

Se dice que los grandes momentos están destinados a los grandes jugadores. Y es una verdad como un templo. Hace unos minutos, Chris Paul lo ha vuelto a demostrar. Porque el pequeño gran base de los Clippers se ha cargado en el último suspiro a los Grizzlies y quién sabe si se ha cargado media eliminatoria entre dos equipos cargados de capacidades, ya que la genialidad del armador del equipo angelino ha colocado a los suyos con un 2-0 en la serie.

Los Clippers llegaron al final al borde del desastre porque no supieron gestionar sus ventajas, que no fueron amplias nunca, pero sí constantes. El equipo de Vinny Del Negro llevó las riendas del marcador minutos y más minutos, y cuando se iba un poco parecía que iba a matar el partido, pero nunca fue capaz de hacerlo.

El ejemplo más concluyente fue el inicio del último cuarto, cuando un parcial de 8-0 colocó a los locales 12 arriba (83-71). Fue, sin duda, el momento más delicado para Memphis, que veía cómo se le escapaba el partido. Un poquito antes, con 81-71, Lionel Hollins ya había cortado por lo sano pidiendo un tiempo muerto y borrando del tablero a su segunda unidad, una suplencia que, salvo Darrell Arthur, fue una ruina todo el partido. Tras el tiempo, ingresaron los hombres más importantes de Memphis y se notó.

A partir de esa máxima desventaja de 12 puntos (83-71), Memphis empezó a aplicarse en defensa con la misma intensidad con la que lo estaba haciendo el conjunto local... y la cosa se equilibró. Los Grizzlies recuperaron el pulso de un partido que se les iba, Marc Gasol se puso en la marca de Blake Griffin, que sólo metió 2 puntos, de un mate, en el cuarto final, y el marcador se situó en un 83-76 que daba vida a los visitantes.

A pesar de meter sólo 5 puntos en los primeros 6 minutos del último cuarto, Memphis sobrevivía. Y no sólo eso, además se acercaba más y más. Zach Randolph, que no tuvo una noche agraciada tras ser masacrado ya en el primer cuarto por Griffin, cometía una más que dudosa quinta falta personal a 4:34 del final y se iba a la banda. Pero eso tampoco afectó a su equipo.

Se entró entonces en un toma y daca precioso entre Mike Conley y Chris Paul, el marcador se apretó sobremanera y Darrell Arthur, tras un excelente pase de un grandísimo Tony Allen, hacía un mate con tiro adicional para empatar a 89 a 1:37 del final. Había partido y Clippers veía peligrar un triunfo que había tenido en la mano.

El final fue de infarto. Marc Gasol empataba a 91 con 13,9 segundos por jugar tras hacer un mate en conexión con Conley. Y el balón quedaba en manos de los angelinos para buscar la victoria. El balón, claro está, fue para Paul, que venía de meter las últimas 3 canastas de su equipo. Y Paul, al que se veía desde hacía minutos con ganas de decidir, decidió. Penetró, se paró ya cerca de canasta y lanzó un tiro complicado a una mano contra tablero que entró. Canastón sobre la bocina. O no. Porque la revisión del vídeo hizo que los árbitros indicaran que restaba 1 décima de segundo. Un tiempo insuficiente a todas luces para Memphis, como se demostró en la jugada final.

Paul era el héroe local tras un muy bello partido jugado a gran nivel por ambos equipos. Acabó el base con 24 puntos, 9 asistencias y 1 sola pérdida, secundado por Blake Griffin con 21 puntos (13 en el primer cuarto), 8 rebotes y 4 asistencias. Además, Jamal Crawford, que hizo un gran segundo cuarto, acabó con 15 y 3 robos.

En Memphis, que se llegó a adelantar de forma efímera en el marcador mediado el tercer cuarto, Mike Conley ejerció de estrella. Es uno de los bases más infravalorados de la liga, sin duda. Acabó con 28 puntos y 9 asistencias. Además, Marc Gasol hizo 17 tantos, 7 rebotes y 3 tapones y Tony Allen, 16 puntos y 10 rebotes. Eso sí, para intentar ganar el partido, y visto el rendimiento nulo de los suplentes, Conley y Gasol tuvieron que jugar cada uno 44 minutos. Un dato nada bueno cuando se está en una serie tan dura como ésta.

Brooklyn 82 Chicago 90 (1-1)

Juego mental de bases. Antes de empezar el partido, Derrick Rose lanzaba a canasta a modo de, como cuenta la leyenda, el cuerpo ya muerto de el Cid Campeador se paseaba por las batallas. Es decir, para asustar no más, porque ni iba a jugar ni está claro que vaya a jugar en esta serie. Más bien no lo hará. Mientras, en el otro lado, Deron Williams, sin Rose como rival, se perfilaba nuevamente como el verdugo de los Bulls, visto su fantástico estado de forma. Pero al final, el base importante fue Kirk Hinrich.

Hinrich y Joakim Noah resultaron piezas vitales en una vital victoria. El primero anuló por completo a D-Will y con ello redujo el juego de Nets y el segundo recuperó la presencia perdida. Jugó más minutos que en sus últimos encuentros, pareció estar más recuperado de su lesión, disputó los momentos cruciales y además fue decisivo.

La contribución del base y el pívot, unida a la mejora de Luol Deng, que hizo un pésimo primer partido, dio alas a Chicago, que ganó a partir de su más reconocida seña de identidad: la defensa. El equipo de Tom Thibodeau se mostró sin tapujos, como es. Al menos, como es en sus mejores momentos, en su mejor versión. Se mostró agresivo, intenso, físico, con espíritu.

Ese fervor defensivo alcanzó su máxima expresión en un tercer cuarto en el que Brooklyn metió sólo 11 puntos. Los Nets empezaban a ver las orejas al lobo, orejas que se hicieron grandes, muy grandes, al inicio del último cuarto cuando una canasta de Marco Belinelli ponía un amenazante 57-71 en el marcador. Sin embargo, la victoria visitante no fue fácil. Porque los Nets se metieron de nuevo en el choque hasta acortar la distancia a 4 puntos (76-80) tras un triple de Joe Johnson.

No pasaron de ahí. El final puso su foco en Noah, que aunque falló algunos tiros libres, más de la cuenta, resultó decisivo en un triunfo que empata a 1 la eliminatoria. Noah fue parte del trío visitante que firmó dobles dobles. El francés acabó con 11 puntos y 10 rebotes, Carlos Boozer añadió 13 y 12 y Deng se fue a 15 y 10. Pero la fuerza estuvo en el conjunto, en el discurso coral de un equipo en el que tampoco faltó la buena aportación de todos los suplentes. Y Hinrich, además de defender de forma espectacular a Williams, anotó 13 tantos.

Los Nets terminaron con un 35% de efectividad en el tiro y un 4 de 21 desde el triple. Brook Lopez fue su máximo anotador con 21 puntos, seguido de Joe Johnson con 17. D-Will se quedó en 8 con 10 asistencias tras fallar todos sus triples y acabar con un 1 de 9 en el tiro de campo. Y Gerald Wallace volvió a ser el Gerald Wallace limitado y pobre de la segunda parte de la temporada. Nada que ver con el del primer partido. Los Nets se complican la vida y los Bulls sonríen.