Dallas Mavericks lleva camino de llevarse por delante a los actuales campeones por la vía rápida. Por el momento, ha logrado lo impensable, ponerse 0-2 en la eliminatoria tras ganar los 2 primeros encuentros en el Staples Center. Nowitzki, Marion y un gran Barea brillaron en L.A.
El alemán ejerció de líder incuestionable de su equipo y acabó con 24 puntos y J.J. Barea mostró todas sus virtudes en la pista al lograr 12 puntos y 4 asistencias en 17 minutos y jugar de cine en los momentos decisivos del encuentro. Pero es que, además, y como punto esencial de la victoria, Dallas defendió de forma espectacular, ahogó el ataque angelino y dejó a los de Phil Jackson en 81 puntos entre los abucheos generalizados de una grada que volvió a demostrar que es una de las aficiones menos enérgicas. Un público que irrita más a sus propios jugadores que al rival.
Los Lakers estuvieron mal sin paliativos. Sólo se salvaron Kobe Bryant y Andrew Bynum. Gasol hizo 13 puntos y 10 rebotes pero no estuvo bien -y recibió su buena ración de silbidos-. Pero lo peor fue el horrible desempeño desde el triple: 2 de 20 tras errar los 15 primeros intentos. Ron Artest fue expulsado en los últimos segundos.
L.A. Lakers 81 Dallas 93 (0-2)
Bien feas se ponen las cosas para los campeones de la NBA en 2009 y 2010 y finalistas en 2008. Si quieren disputar la Final de Conferencia, estos Lakers van a tener que obrar en los próximos días un milagro, porque pierden 0-2 tras haber desperdiciado 2 partidos jugados en casa.
Lo de anoche fue una auténtico repaso por parte del equipo texano. Y es que el resultado no habla a las claras de la gran superioridad ejercida por los Mavs sobre los Lakers.
Dallas defendió de forma espectacular, mimbres tiene para ello, ejerció un dominio muy sólido en la cancha, especialmente en la segunda parte tras equilibrar el rebote, no se puso nervioso en ningún momento y aprovechó durante los 48 minutos el liderazgo incuestionable ejercido por Dirk Nowitzki.
El alemán acabó con 24 puntos y 7 rebotes, pero más allá de los números, se quedó con la imagen de MVP del partido sin discusión. Pau Gasol no pudo en ningún momento con él, Odom -un jugador más idóneo para defenderle-, tampoco. El jugador teutón asombró con tiros imposibles. Bueno, con ese tipo de tiros imposibles para otros y que él ejecuta con innegable facilidad.
Junto a Nowitzki, brillaron Marion (14 puntos, 9 rebotes y buena defensa cuando se emparejó con Gasol) y un enorme José Juan Barea. El puertorriqueño exprimió sus 17 minutos en juego de forma reveladora. Estuvo valiente, brillante y eficaz. Metió 12 puntos, dio 4 asistencias y rompió con su velocidad con suma facilidad a la defensa local por el centro. Jugó, además, con mano firme muchos minutos calientes del último cuarto. Grande el internacional boricua.
Poco le importó a los Mavericks que Terry empezara bien para diluirse en un 3 de 12 para 9 puntos o que Kidd diera 4 asistencias en el primer cuarto y sólo fuera capaz de hacer 2 en los 3 siguientes. Lo cierto es que el equipo de Carlisle empezó 6 arriba el último cuarto y en esos 12 minutos terminó de hundir a los californianos, a los que llegó a aventajar por 15 (69-84) ante los abucheos de la grada.
Los Lakers tuvieron 3 elementos en contra durante gran parte de la noche: su pobre juego, un equipazo como rival y el público del Staples Center. La grada angelina bien podría aprender un poco del Rose Garden. Apoyó sin mucha energía al equipo, pero ya desde el segundo cuarto se empezaron a escuchar abucheos. Al final del partido, cuando de verdad deberían haber abucheado a los suyos, no todos lo hicieron, porque muchos ya habían abandonado minutos antes el pabellón.
Los Angeles aguantó hasta el ecuador (49-51) gracias a su dominio del rebote y en cuanto éste se equilibró perdieron su única baza. Su desempeño desde el triple fue simplemente patético: 2 de 20 tras fallar los 15 primeros, los ejecutados con el partido en juego, con opciones de triunfo. Blake se llevó la palma con 0 de 5. Pero es que, además, metieron sólo el 55% de sus tiros libres (11 de 20).
El ataque estuvo colapsado durante toda la segunda parte, en la que los locales sólo metieron 32 puntos. Se salvaron de la quema Kobe Bryant -23 puntos y 5 robos- y Andrew Bynum -18 y 13 rebotes-. Pau Gasol terminó con 13 puntos y 10 rebotes en 33 minutos, pero no estuvo bien ni en ataque ni en defensa, llevándose los reproches de la grada. Odom tampoco estuvo fino y acabó con 3 de 12. Y la segunda unidad, en general, fracasó.
Para terminar, Ron Artest fue expulsado en los últimos segundos tras darle un manotazo innecesario a Barea. Poco antes había hecho un 'airball' desde el triple. Esas 2 acciones de Artest resumen el juego de los Lakers: desacierto e impotencia.