Regresó la NBA tras el All-Star y lo hizo en una noche plagada de novedades. Regresó Roy y se resintió de su lesión, se vio a Camby vestido de calle junto al banquillo de los Blazers y debutaron Butler y Haywood con Dallas. Lo mejor, la vuelta de la mejor versión de Rudy Fernández.
Fernández había acumulado antes del parón del All-Star 2 partidos consecutivos sin anotar, pero anoche se resarció jugando minutos vitales y convirtiéndose en pieza básica de la victoria de Portland sobre Los Angeles Clippers.
En Memphis, los Grizzlies no estuvieron a la altura y, con un Marc Gasol muy errático en el tiro, perdieron ante unos Suns liderados por la sabia batuta de Nash.
También perdió Dallas, que no tuvo mucha ayuda de sus dos jugadores hispanos -Barea y Nájera- y que poco logró con la incorporación de Butler y Haywood. Y es que Oklahoma City parece no tener techo.
Portland 109 L.A.Clippers 87
El encuentro en el Rose Garden tuvo 3 focos importantes. Por un lado, el regreso de Brandon Roy; por otro, la presencia vestido de calle del nuevo fichaje de los Blazers, Marcus Camby, con el morbo de que anoche jugaban los 2 equipos involucrados en el traspaso; y ver la actuación de Rudy Fernández, que venía de hacer sus peores partidos desde que es NBA.
Todas las ecuaciones se resolvieron, cada una a su manera.
Por ejemplo, la victoria holgada de los locales no pudo colmar la felicidad del aficionado porque su estrella, Brandon Roy, se resintió de su lesión cuando apenas había jugado 15 minutos. Y además no se le vio nada fino en la cancha.
En cuanto a Camby, casualidades tiene la vida. Y es que justo los Blazers y los Clippers se enfrentaban horas después de cerrarse su intercambio. Allí estaba el pívot, vestido de calle tras el banquillo local, en la que será su nueva casa, ya lo es, el Rose Garden.
Por lo que respecta a Rudy, buenas nuevas. Al mallorquín parece haberle sentado estupendamente el descanso del All-Star y parece haberle venido bien mentalmente el saber que ya no tiene en la rotación ni a Blake ni a Outlaw. Anoche cuajó un gran partido y fue vital para el triunfo.
Porque el partido, en sí, tuvo poca historia, salvo la narración de la superioridad manifiesta del equipo de Oregón. Los de McMillan dominaron a partir de su excelente tiro de perímetro (10 de 18 triples) y su fantástico control de los ataques (15 robos por 9 pérdidas), faceta ésta en la que naufragaron los Clippers, que robaron 2 balones y perdieron 21, extraviando nada menos que 11 en los primeros 14 minutos de juego. Un desastre.
Con esas cifras, los locales se permitieron el lujo de flojear en el rebote y perder en la segunda parte a Roy.
Poco importó teniendo en cuenta la buena noche de hombres como Webster, Aldridge, Miller y Fernández, el póker de ases que fundió la partida.
Webster anotó 28 puntos con 7 de 11 en el triple, incluida exhibición final de cara al encendido público. Aldridge hizo 22 y 9 rebotes y Miller, que conectó perfectamente con el ala-pívot, dirigió con mano firme a los suyos: 10 tantos y 12 asistencias.
Mientras, Rudy Fernández fue el cuarto jugador que más estuvo en cancha (31 minutos), incluidos los tiempos cruciales. Terminó con 15 puntos, 2 rebotes y 2 robos, anotando 5 de sus 10 tiros de campo, incluidos 3 triples de 6 lanzamientos. Estuvo muy bien, dinámico en ataque y esforzado en defensa, tocando mucho balón, divirtiéndose en la pista. Y sumando un +26 el equipo con él en liza.
Fue así, con estos mimbres y defendiendo al estilo McMillan, como los Blazers recuperaron el ritmo perdido antes del All-Star.
Mientras, los Clippers estuvieron irregulares y se mostraron impotentes. Gordon hizo 20 puntos, Butler sumó 18 y el suplente DeAndre Jordan fue el mejor con 14 tantos, 11 rebotes y 3 tapones. Pero el equipo acusó el bajísimo rendimiento de Baron Davis y, sobre todo, Kaman, que hizo 4 puntos tras sólo anotar una canasta en juego.
Memphis 95 Phoenix 109
Si a Rudy Fernández parece haberle sentado muy bien el parón competitivo, a Marc Gasol no parece haberle ido tan bien su actividad en Dallas, ya que en su primera aparición tras el Fin de Semana de la Estrellas estuvo muy errático en el tiro -horripilante desde la línea de personal-.
Y parece que el FedExForum pierde su halo de fortaleza inexpugnable. Ayer, al menos, no lo fue, porque los Suns dominaron con prestancia a partir del segundo cuarto.
El inicio de ese segundo cuarto fue nefasto para el equipo de Hollins, que perdió pie, recibió 36 puntos en dicho período y se fue al vestuario 8 puntos abajo (55-63).
Luego, el partido fue más defensivo, pero ni con esa dinámica fueron capaces los Grizzlies de atajar el juego de Phoenix, perfectamente hilvanado a partir de otra demostración de maestría de Steve Nash, que tiró 4 veces a canasta y dio 16 asistencias. Un ejemplo de cómo ganar un partido sin necesidad de anotar. Lo más difícil que hay en el baloncesto.
La defensa local recibió demasiados puntos cerca del aro, tanto en el juego interior como en penetraciones de los exteriores y su ataque resultó desolador (un 35,6% de efectividad en el tiro). Además, falló Memphis 14 tiros libres (¡8 de un descentrado Gasol!).
Nash repartió y Jason Richardson se puso las pilas para alcanzar los 27 puntos con 12 de 17 en el tiro. Nadie fue capaz de pararle. Como nadie detuvo al dúo interior de los Suns: Stoudemire, al que no parecen afectarle los rumores, hizo 21 tantos y 10 rebotes y un cada vez más seguro Robin Lopez aportó 18 y 10 en 29 minutos. Además, Dragic y Dudley contribuyeron desde la segunda unidad.
En Memphis, Gay sumó 21 puntos tirando mal y Randolph no acusó, como Gasol, el All-Star. Acabó con 18 puntos y 15 rebotes, aunque su mejor versión apareció en el primer cuarto.
Mayo hizo 15 puntos y Conley añadió 10 con 11 asistencias y 3 recuperaciones de balón. Nuevamente, Sam Young fue el mejor suplente con 15 puntos en 22 minutos y Thabeet quedó en el fondo de la rotación, por detrás de Arthur.
En cuanto a Marc Gasol, luchó, defendió y reboteó, pero su tino fue escaso en el lanzamiento. Terminó con 11 puntos, 12 rebotes y 2 tapones, pero con 4 de 12 en el tiro de campo y 3 de 11 en los libres tras llegar al descanso con 1 de 8.
Oklahoma City 99 Dallas 86
Los Thunder no se detienen y se desconoce su techo. Anoche, séptima victoria consecutiva de un equipo que es quinto en el Oeste y ya atosiga a su rival de ayer. Dallas suma un balance de 32-21 por 31-21 de los de Oklahoma.
Se incorporaron activamente a la disciplina de los Mavs los recién adquiridos Butler y Haywood. El primero fue titular, jugó 31 minutos e hizo 13 puntos, aunque errático en el tiro; el segundo hizo unos muy buenos 15 minutos desde la banca con 7 puntos y 6 rebotes.
Pero el mal estuvo en otros hombres. Marion, muy discreto, Kidd sin terminar de despegar y Terry, muy fallón (4 de 15 en el tiro).
Nowitzki estuvo demasiado solo -24 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias-. Destacar, tal vez, los 13 rebotes de un Dampier al que estimuló la presencia de Haywood. Y los hispanos, en papeles deslucidos: Barea se fue a 4 puntos, 2 rebotes y 1 pase de canasta en 12 minutos y Nájera a 1 rebote, 1 robo y 2 tiros errados en 7.
La defensa de los Thunder tumbó a unos Mavericks muy irregulares, que recibieron 56 puntos en la primera parte y sólo anotaron 32 en la segunda. Peligrosa conjunción, como así fue.
Fueron el segundo y el tercer cuartos fatídicos para las huestes texanas, con parciales de 40-28 y 22-11 que echaron por tierra el buen primer período de los visitantes.
Durant lideró el triunfo, aunque con una mala serie en el tiro (9 de 28). Sumó 25 puntos y 14 rebotes. A su lado, Westbrook aportó 17 y 8 asistencias, Green también anotó 17 y el novato James Harden hizo igualmente 17. Va a más este joven jugador, que ayer jugó 31 minutos y aportó también 6 asistencias y 5 rebotes.