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Los Spurs festejan su quinto título con la afición de San Antonio

Cerca de 200.000 personas presencian el recorrido por el río y la ceremonia del Alamodome

hispanosnba.com |

Manu Ginóbili saluda desde una de las barcazas con las que los Spurs recorrieron el río San Antonio (Robin Jerstad/Zuma Press/Icon SMI)

Festiva y multitudinaria resultó ayer la celebración en San Antonio del quinto título NBA logrado por los Spurs. Pese al calor reinante, decenas de miles de aficionados se dieron cita para vitorear a jugadores y técnicos en su desfile por la ciudad exhibiendo el trofeo de campeones.

Hasta 5 horas antes de que empezara la celebración, ya había aficionados a ambos lados del río San Antonio, que da nombre a la ciudad, esperando el paso de las barcazas en las que el equipo se desplazó hasta el Alamodome. El ayuntamiento de la ciudad estima más de 100.000 personas asistieron al recorrido fluvial del equipo y unas 75.000 estuvieron en el Alamodome.

Con el siempre animado Patty Mills como maestro de ceremonias, los jugadores agradecieron su apoyo a una afición que no paraba de gritar “Go Spurs Go!”  y les ofrecieron el trofeo de campeones en medio de un ambiente festivo que contagió a todos, incluso al habitualmente gruñón Gregg Popovich, que disfrutó del momento como el que más.

Despidiendo la temporada por todo lo alto

“Se lo debemos todo a Pop.”, aseguraba Manu Ginóbili durante una de las breves paradas de la barcaza en la que viajaba y que lucía la enseña argentina en su proa, “Ha conseguido que juguemos nuestro mejor baloncesto en el momento justo”.

“Tenemos que dar las gracias a la gente de San Antonio”, aseguraba por su parte Mills dirigiéndose al público, “Hacéis este lugar más especial de lo que ya es. Nos habéis acogido a todos como una familia”.

Manu, Tim Duncan, Tony Parker -el ‘big three’ de siempre- y Kawhi Leonard, MVP de las Finales, fueron los más ovacionados por los eufóricos aficionados que abarrotaban el Alamodome, aunque hubo aplausos de sobra para todos en un día de celebración y también de despedida hasta la próxima temporada.

Ahora, quienes tienen trabajo por delante son los directivos de la franquicia, que tendrán que tratar de conservar e incluso reforzar un equipo en el que hasta 6 jugadores pueden convertirse en agentes libres dentro de menos de 2 semanas.