JORNADA NBA / playoffs 2013 (semifinales OESTE)

Memphis gana en Oklahoma con Conley cerca del triple-doble y Gasol sumando 24 puntos

Magistral defensa de Tony Allen sobre Kevin Durant en los 3 minutos finales del partido

hispanosnba.com |

Memphis ya estuvo a punto de ganar el primer partido en Oklahoma. Y en el segundo lo consiguió. Lo logró gracias a una magistral defensa colectiva en los 3 minutos finales del choque, cuyo máximo exponente fue Tony Allen ante Kevin Durant. Mike Conley y Marc Gasol lideraron el triunfo.

Conley (26 puntos rozando el triple-doble) fue el timonel perfecto para un equipo con mayúsculas, un grupo maduro y sólido, sin fisuras, que ya presenta sus credenciales para alcanzar el mayor logro de su historia: jugar la final de conferencia. Otra vez se asomó al parqué el poderío de la pareja interior formada por Gasol (24 puntos) y Zach Randolph, dúo que volvió a dejar a la altura del barro a la titularidad interior local formada por Serge Ibaka y Kendrick Perkins.

A OKC le mataron las pérdidas de balón y su incapacidad final para resolver ante una defensa rival espectacular. De nada le sirvió a Thunder otro partidazo de Kevin Durant -36 puntos y cerca del triple-doble-, ni la demostración de un Derek Fisher que cuando llega la primavera hace aflorar su más volcánico instinto competitivo. Anoche, ¡metió 4 triples en el segundo cuarto!. En el lado opuesto, Kevin Martin, que esta vez ofreció su peor versión.

Oklahoma City 93 Memphis 99 (1-1)

Ya lo demostraron ante los Clippers y lo siguen demostrando ante los Thunder. Memphis es un equipo hecho, maduro, brillante hasta más no poder en términos colectivos, capaz de ganar en cualquier cancha (y con un gran entrenador). Ya pudo vencer en el primer partido de la serie en el complicadísimo feudo de OKC y lo logró anoche amparándose en un perfecto trabajo defensivo cuando llegó el momento de la verdad.

Ese momento estuvo en los 180 segundos finales del encuentro. Kevin Durant acababa de hacer un precioso 2+1 en cesta contra tabla para poner el 88-86 a favor de su equipo. Restaban 3 minutos.

A partir de ahí, el infierno para los locales. Tony Allen se aplicó a su máximo nivel defensivo ante Kevin Durant y lo dejó seco. La estrella local no metió un solo punto en esos 3 minutos y con su desaparición el barco de OKC hizo aguas por todas partes, ya que su dependencia de Durant, más aún con Russell Westbrook fuera, es salvaje, diríase enfermiza y, por lo tanto, perniciosa. La culpa no la tiene el alero texano, que está jugando a un nivel célico, sino la falta de apoyo de gran parte de sus compañeros.

Lo dicho, Allen secó a Durant, alentado por las buenas ayudas defensivas de sus compañeros, y Memphis le hizo un parcial letal de 2-13 a OKC. Un parcial que se abrió con canasta y tiro adicional de Marc Gasol (otro gran partido del español), que siguió con 6 puntos consecutivos de Mike Conley, el MVP del partido, importante robo de balón de Allen a Durant, crucial rebote ofensivo de Tayshaun Prince... y que culminaron 2 tiros libres de Z-Bo y un mate de Tony Allen. Un compendio de defensa y ataque inteligente para masacrar al rival.

OKC no hizo una sola canasta en juego en ese  parcial y su única cesta fue un triple final de Fisher sobre el tiempo cuando su equipo perdía ya por 90-99. Porque en el final, no hubo color.

Thunder había comenzado el último cuarto 5 puntos arriba (74-69) tras un tercer cuarto en el que Kevin Durant había ofrecido algunos momentos verdaderamente estelares, como por ejemplo el taponazo inmenso que le puso a Jerryd Bayless cuando éste intentó meterla para abajo en un contraataque o el jugadón galáctico que se marcó para el 71-67 a 7 segundos del final del cuarto. Una obra maestra individual culminada con mate bárbaro.

Llegó ese último cuarto con un 74-69 que resultaba muy peligroso para Memphis. Pero la primera jugada del período se saldó con un triple de Conley, luego Tony Allen empató a 74 desde la línea de personal y a los 3 minutos de juego los Grizzlies ya se adelantaban en el marcador a partir de una pérdida de balón de los locales para instalarse el partido en la extrema igualdad.

Ese aspecto, el del control de las posesiones, resultó vital para la derrota de OKC. Los de Scott Brooks perdieron 21 balones que otorgaron 29 puntos a Memphis. Y es que se cumplió el guion trazado por ambos equipos en la temporada regular, ya que Memphis es uno de los equipos que más pérdidas fuerza en el rival y OKC, uno de los más descuidados en el trato del balón. Esta cuestión en playoffs se paga caro. Sucedió anoche.

Otro aspecto desequilibrante volvió a estar en las cercanías del aro, donde el dúo Gasol-Randolph volvió a arrasar al dúo Ibaka-Perkins. El equipo visitante metió 50 puntos en la pintura por los 30 del local y dominó el rebote. Un aspecto que sumado a los balances robos-pérdidas (13-11 Memphis por un 3-21 OKC) resultó crucial.

Mike Conley fue el rey de la noche con 26 puntos, 10 rebotes, 9 asistencias y una dirección de juego sobria y sabia. Marc Gasol se fue a 24 tantos, 5 rebotes, 5 asistencias y 8 libres sin fallo. Jugó 43 minutos en los que demostró que domina la faceta defensiva a las mil maravillas y domina el juego ofensivo como un falso base desde el poste.

Además, 15 tantos con 8 rebotes de Randolph y 12 puntos, 7 rebotes y 5 robos de un Tony Allen que resultó decisivo en el desenlace por su valor defensivo.

En Thunder, otra vez Kevin Durant se marcó un partido brutal para morir en la orilla, agotado al final, atosigado por un rival que sabe que defenderle a él con todo es anular a su equipo. La estrella local concluyó con 36 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias. Sólo le secundó ese veterano inextinguible, ese jugador de oro cuando llega la postemporada: Derek Fisher. El ex de Lakers se fue a 19 puntos en 26 minutos con 4 de 5 triples. El resto, poca cosa. El joven Reggie Jackson estuvo  peor que en días pasados, el internacional español Serge Ibaka no tuvo malos números, pero tampoco buenos (11 puntos, 5 rebotes y 3 tapones) y Kevin Martin regresó a los infiernos que había abandonado en los últimos partidos. Su aportación fue nula y su equipo lo notó. Y ahora OKC empieza a tener un problema. Un serio problema