La NBA presiona a la FIBA para evitar una fuga masiva de jugadores a Europa
El sindicato de jugadores pretende que se anulen las actuales restricciones si la liga cierra
Varios jugadores han hecho pública su intención de marcharse a Europa si la liga cierra el próximo verano y el sindicato de jugadores planea acudir a los tribunales para que tengan libertad para hacerlo. Como es lógico, la NBA quiere impedirlo a toda costa.
Con la actual reglamentación, ningún jugador con contrato en vigor en la NBA puede obtener una licencia FIBA para jugar en cualquier otra liga, pero el sindicato de jugadores tiene la intención de solicitar en los tribunales que, en caso de cierre patronal si no hay acuerdo salarial, los actuales contratos se consideren anulados y por lo tanto, los jugadores sean libres de firmar con cualquier equipo del mundo si así lo desean.
No está claro que lo vayan a conseguir, pero, por si acaso, la estrategia de la NBA pasa por presionar a la FIBA para evitar que ésta permita que los jugadores emigren temporalmente a Europa o cualquier otro continente, digan lo que digan los tribunales.
Dirk Nowitzki, Andrei Kirilenko o Brandon Jennings están entre los que ya han dejado claro que prefieren marcharse a jugar al Viejo Continente antes que esperar sentados un nuevo acuerdo con la liga que no se sabe cuándo podría llegar. El ruso, como otros muchos, no tendría problemas para hacerlo puesto que acaba contrato y será un hombre libre este verano, pero no es el caso de los otros dos.
La NBA teme que si los jugadores se salen con la suya, sean muchos los que opten por marcharse ante la disyuntiva de quedarse inactivos y sin cobrar un solo dólar, lo que debilitaría enormemente el efecto que una medida tan drástica como el cierre de la liga podría tener a su favor en las negociaciones. Lo que está claro es que ambas partes parecen ya prepararse para el peor de los escenarios posibles.
La reunión prevista entre los representantes de la liga y de los jugadores en el próximo All-Star se antoja decisiva para impulsar de una vez unas conversaciones que permanecen bloqueadas desde hace meses y conseguir que antes del próximo julio haya un acuerdo, algo que ahora mismo parece muy complicado. Un acuerdo que sería sin duda la mejor de las noticias para los millones de aficionados a la NBA en todo el mundo que ahora mismo ven peligrar la próxima temporada.