LESIONES

Una terrible caída destroza el brazo derecho de Andrew Bogut

El pívot australiano de los Bucks se despide de la peor manera de la temporada

hispanosnba.com |

La imagen de la lesión de Andrew Bogut es de ésas que hacen que a uno le recorra un escalofrío por todo el cuerpo. El pívot australiano cayó en mala posición tras realizar un mate, desequilibrado por Amare Stoudemire, y su brazo derecho se llevó la peor parte de la terrible caída.

Bogut, de espaldas al suelo, casi de cabeza, y sin referencia alguna, trató de proteger su caída adelantando el brazo y lo consiguió, pero a costa de la integridad de la extremidad que usó como amortiguador. Evitó un impacto directo con la espalda o la cabeza que podría haber tenido más graves consecuencias, pero su brazo quedó completamente deformado en el impacto.

El parte médico inicial, adelantado por John Hammond, general manager del equipo, tras el traslado del jugador al hospital, lo deja claro: codo dislocado, esguince de muñeca y fractura de mano. El brazo derecho hecho papilla y con casi toda seguridad, adiós, de la peor manera posible, a la temporada.

Una imprudencia temeraria

Todo ocurrió al final del segundo cuarto del partido entre Bucks y Suns. Bogut culminó con un mate un contraataque y Amare Stoudemire, que le seguía, le empujó muy levemente mientras, a toda velocidad, se impulsaba para colgarse del aro.

Parecía un toque sin importancia, un movimiento tan instintivo como innecesario. Una clara imprudencia porque, en esa situación, ya lo hemos visto otras veces, el más mínimo toque puede desequilibrar al hombre que está en el aire y provocar caídas incontroladas con muy negativas consecuencias.

Parece claro que no hubo por parte del jugador de los Suns intencionalidad alguna a la hora de desequilibrar a Bogut y mucho menos un cálculo, ni siquiera remoto, de las consecuencias que podría acarrear una acción -saldada con una falta flagrante por los árbitros y el abucheo continuo del público durante el resto del encuentro- que solo puede entenderse desde la total irreflexión a la hora de actuar.

Mala, muy mala suerte para el jugador australiano que estaba realizando una gran temporada tras sólo poder disputar 36 partidos la pasada campaña por culpa de sus problemas de espalda. Ahora, los Bucks tendrán que plantearse la fase final sin su gran y prácticamente única referencia interior. Una baja difícil de superar.