La baja de Tari Eason se va a ir a los 6 meses, los 2 que lleva ya sin jugar -no lo hace desde el 1 de enero- y los 4 meses que le quedan por delante para volver al juego una vez sea operado mañana lunes, según ha explicado su entrenador, Ime Udoka.
Dice así adiós a la temporada regular y a unos posibles playoffs, que en el caso de Rockets se antojan un sueño lejano. No volverá a vestirse de corto hasta la próxima temporada.
Houston Rockets se queda así definitivamente sin un jugador que ya aportó la pasada temporada como rookie y que lo estaba haciendo bien en esta antes de lesionarse.
El ala-pívot de 22 años, número 17 en su draft, sufre una lesión en la pierna izquierda que está localizada en la tibia y que va a obligar a hacerle un injerto.
Houston tenía la esperanza de que su jugador pudiera volver a la competición a partir del descanso y la rehabilitación, pero el dolor en la pierna no cesó, un dolor que llevó a consultar a varios especialistas que consideraron que la mejor solución era la intervención quirúrgica.
Eason debutó el pasado curso en la NBA con medias de 9,3 puntos, 6,1 rebotes y 1,2 robos de balón, y en este su segundo año solo pudo jugar 22 partidos con promedios de 9,8 puntos, 7 rebotes y 1,4 robos, además de anotar el 36% de sus tiros triples.