Irrumpió el mejor Stephen Curry y su equipo bien que lo agradeció. Curry venía de hacer una serie de partidos erráticos. Pero esta noche volvió a ser el Curry que todos conocemos. Un Curry desequilibrante. Un Curry con chispa. Un Curry liquidador en los momentos cruciales.
Warriors ganó a un duro rival, Orlando. Resultado final: 121-115. Una victoria que rompe una racha de 3 derrotas seguidas. Para colocarse con balance de 16-17. Todavía insuficiente para alcanzar puesto con derecho a play-in.
Entre tanta buena noticia, una mala: Gary Payton II volvió a lesionarse. Sucedió en el tercer cuarto. Lo de Payton II con las lesiones resulta más que preocupante.
Curry fue la nota brillante. Suyos 36 puntos, 6 asistencias, 4 robos y un 60% de acierto en el tiro. Y resultando crucial en el último cuarto. Su capacidad de resolución simpre ha sido un seguro de vida.
Mientras, Jonathan Kuminga sigue afianzándose como alero titular. Sumó 19 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias. Andrew Wiggins se mantiene arrugado en la segunda unidad. No pinta bien para el canadiense.
Y Klay Thompson corrigió sus malas noches en el tiro. No estuvo excelente. Pero cumplió. Anduvo productivo sin contar con muchos minutos. Anotó 15 puntos en 25 minutos.
Chris Paul y Trayce Jackson-Davis volvieron a ser titulares.
Warriors tuvo problemas para controlar el rebote en su tablero. Magic los tuvo en ataque con las pérdidas de balón.
Fue un partido igualado de principio a fin. Un partido que se rompió en cierto modo en su fase final. Cuando una canasta de Curry y 2 libres de Kevon Looney abrieron hueco. Se situó Golden State 114-103 entrando en el minuto final. Y a partir de ahí administró bien su ventaja.
No pudieron los Magic. A pesar de que sus dos estrellas funcionaron. Paolo Banchero acabó con 27 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias. Y Franz Wagner con 25 puntos. Buenos minutos de Goga Bitadze y Moritz Wagner. Y mala noche en el tiro de Jalen Suggs.