No hubo auténtica igualdad. Denver Nuggets derrotó 119-107 a Lakers en una jornada festiva en la que enarboló su primer estandarte de campeón y recibió sus anillos ganadores, para después dominar de principio a fin a un rival incapaz de apretar a los locales.
Los Nuggets llegaron a tener 18 puntos de ventaja en algunos pasajes del segundo cuarto tras imponerse ya en el primero 34-20 tras un triple final de Reggie Jackson. Lakers achicó la brecha al descanso (63-54) y llegó a ponerse a 5 puntos en un momento dado del tercer cuarto y a 3 puntos en el inicio del último período, pero a la hora de la verdad Denver siempre reaccionó ante unos Lakers que no fueron capaces de ponerse por delante.
Influyó en la derrota de los californianos la segunda parte del dúo Anthony Davis-D'Angelo Russell. Davis metió 17 puntos en la primera mitad y Russell 11, ¡pero en la segunda mitad los dos se quedaron a 0! Un lastre demasiado importante.
Nikola Jokic guio con mano firme a su equipo completando su primer triple-doble de la temporada: 29 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias. Empieza como terminó la pasada campaña, a lo grande. Su dominio de la situación resulta insultante.
Jamal Murray firmó 21 puntos y 6 asistencias, Kentavious Caldwell-Pope 20 tantos y 3 robos, Aaron Gordon 15 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias y Michael Porter Jr. 12 puntos y 12 rebotes.
En el bando visitante, 21 puntos y 8 rebotes de un LeBron James sin demasiado punch, 18 tantos de un gran Taurean Prince, que ejerció de titular, 17 puntos y 8 rebotes de Anthony Davis, que desapareció en la segunda parte en la ofensiva, y 14 puntos y 8 rebotes de un Austin Reaves que lo mismo chocó con un cámara de TNT que terminó en la segunda fila de las gradas tras pegar un brinco en pos de una bola.
Lakers fue siempre a remolque de unos Nuggets que mostraron un aplomo envidiable y un control del juego ejemplar. Empiezan muy bien su defensa del título los de Michael Malone.