Boston Celtics y Brooklyn Nets viven en dos realidades opuestas. Los primeros se hallan en su momento más feliz de la temporada, como si ya empezaran a encajar las piezas de su particular puzzle; los segundos, por el contrario, andan desencajados, esperando a tener sus piezas más valiosas en juego a la vez.
De esas realidades en las antípodas que viven ambos equipos da fe su bagaje en el final de enero y todo el mes de febrero. Boston suma un gran 8-1 en febrero y acumula 10 victorias en sus últimos 11 partidos; Brooklyn está en un triste 2-9 en febrero y solo ha ganado 2 encuentros en sus últimos 15 partidos, un hundimiento espectacular.
Otro partido de los Nets sin sus grandes estrellas y otra noche el equipo estrellándose contra la realidad. Kevin Durant y los recién llegados Ben Simmons y Goran Dragic viendo el partido desde la banda; Kyrie Irving, ni siquiera eso, exiliado una vez más por no estar vacunado.
Sin todos ellos, Brooklyn fue un juguete en manos de unos Celtics en racha. No hubo partido, como no lo hubo el 8 de febrero cuando Boston venció a Brooklyn por 35 puntos. Esta vez fueron 23 (106-129), pero podían haber sido los que Boston hubiera querido.
El partido ya dejó ver su tendencia en el primer cuarto: 22-35 para Celtics. Los de Udoka se fueron al descanso con 15 de ventaja, finalizaron el tercer cuarto con 23 y gozaron de una máxima diferencia en el partido de 29. Sin despeinarse. Ante un equipo que defendió poco o nada, un aspecto del juego en el que Brooklyn anda pelado.
Boston metió el 54% de sus tiros de campo, endosó un 10 de 19 desde el triple a su rival en la primera parte y volvió a defender de un modo eficaz.
La mejor noticia para Celtics, más allá de su cómodo triunfo, fue poder contar con Marcus Smart, cuya lesión ha tenido poco recorrido, lo que es una gran alegría para el equipo teniendo en cuenta su capital importancia tanto en defensa como a la hora de subir el balón.
Los bostonianos tuvieron a 7 jugadores en doble dígitos anotadores, sus 5 titulares y 2 suplentes que marcaron el paso de la segunda unidad: Derrick White y Grant Williams. Con ellos en cancha funcionó muy bien Boston.
Jayson Tatum se marcó algún que otro mate mediático y terminó con 30 puntos, liderando a los suyos. Jaylen Brown aportó 18, Smart sumó 15, todos desde el triple, y Robert Williams III y Al Horford firmaron sendos dobles-dobles, con el dominicano aportando 11 puntos, 13 rebotes y 2 tapones en 32 minutos.
Brooklyn, un desastre. Muy mal desde el triple, horrible en defensa, sin capacidad competitiva y sin punto alguno de reacción ante la adversidad.
Patty Mills firmó un 0 de 9 en el tiro, James Johnson se desinfló en la segunda mitad, Blake Griffin vuelve a ser un jugador de 7 minutos en pista, Cam Thomas bajó sus prestaciones, LaMarcus Aldridge ha perdido efectividad...
Lo mejor de Brooklyn, el recién llegado Seth Curry (22 puntos). Bruce Brown sumó 15, Edwards hizo 13 en 19 minutos sin fallo alguno de cara al aro y Andre Drummond añadió 11 puntos y 6 rebotes en 20 minutos de juego.
Más le vale a los Nets que sus hombres importantes se vayan incorporando cuanto antes y que Nueva York levante el veto a los no vacunados, lo que permitiría un Kyrie Irving a tiempo completo. Porque de lo contrario...