Hablar de Stephen Curry es hablar de otro mundo. Golden State Warriors estrenó sus anillos ganando fácil a los Pelicans por 111-95, pero el que lució de verdad el suyo fue el MVP de la pasada temporada, que terminó con 40 puntos tras meter 24 en un fabuloso primer cuarto.
La exhibición de juego fue de las que hacen época. Y el esperado duelo de superestrellas entre Curry y Anthony Davis no tuvo color. Al descanso, con 57-49 en el marcador, el primero sumaba ya 29 puntos, 6 asistencias y 4 triples y el segundo andaba en 6 puntos y un 1 de 9 en el tiro de campo.
El tercer cuarto fue decisivo. No importó a los Warriors que Andrew Bogut tuviera que irse a los vestuarios y que Klay Thompson se metiera en problemas de faltas. Los locales se escaparon y ya no hubo emoción.
Al final, victoria californiana con Luke Walton en el banquillo, con 40 puntos y 7 asistencias de Curry y buenas prestaciones de Festus Ezeli. En Pelicans, 18 puntos con un horrible 4 de 20 en el tiro para Davis. Porque el mejor fue Ish Smith, autor de 17 tantos y 10 asistencias.