Kyrie Irving dejó anoche el corazón de muchos aficionados al baloncesto congelados. De hecho, la afición quedó en vilo tras verle marchar a vestuarios antes de que finalizara la primera parte del Thunder-Cavs. Su rodilla izquierda había chocado de mala manera con Russell Westbrook y se temía lo peor. Estuvo tumbado en la cancha y luego se fue, ayudado, a los vestuarios. Afortunadamente, regresó al juego en la segunda parte y fue el jugador que más minutos disputó en el partido.
El momento de la lesión de Kyrie Irving que quedó en nada.