JORNADA NBA / temporada regular 2013-14

El poder interior mantiene invictos en casa a los Pacers tras ganar a Miami

Manu Ginóbili y Ricky Rubio sobresalen en los triunfos de Spurs y Wolves; colosal Kevin Love

Milwaukee gana en Chicago con un gran Henson en un partido marcado por las bajas de ambos equipos

hispanosnba.com |

Los Pacers dominaron el rebote y se impusieron en la zona
Los Pacers dominaron el rebote y se impusieron en la zona (Zuma Press/Icon SMI)

Indiana Pacers también ganó a Miami Heat. El duelo entre los dos grandes del Este, superiores sin discusión al resto, se saldó con un triunfo local basado en el poder de su juego interior, con Roy Hibbert y David West dominando, y la recuperación en la segunda parte de un Paul George que había sido anulado por completo en la primera por LeBron James. Tras esta victoria, los Pacers siguen invictos en casa, donde suman 10 victorias en 10 partidos.

Mientras, San Antonio Spurs y Minnesota Timberwolves consiguieron cómodos triunfos a domicilio en sus visitas a Toronto y Detroit.

En el Air Canada Centre brilló un grandísimo Manu Ginóbili, máximo encestador de su equipo, al que lideró con 25 de valoración en 23 minutos. Y en The Palace of Auburn Hills resucitó Ricky Rubio, que ofreció su mejor versión al lograr una valoración de 26 en 28 minutos y hacer muy buenos números sin tener que jugar el último cuarto. En Minnesota, brutal regreso, tras algunos días de baja, de Kevin Love, autor de 26 puntos, 16 rebotes y 7 asistencias en los 3 cuartos que jugó. En este partido hubo 3 hispanos, ya que a Rubio se sumaron J.J. Barea y Charlie Villanueva. Además, volvió al juego Chauncey Billups tras estar un mes de baja.

Además, victoria de Bucks en Chicago con un gran John Henson. El partido, plagado de bajas por ambos bandos, fue un horror.

Indiana 90 Miami 84

Era el gran partido de la jornada. Los dos gallitos del Este frente a frente: el aspirante y el equipo a ganar. Y los Pacers demostraron que están hechos de una pasta dura, no solo física, sino también mental. Porque tras un titubeante inicio, tras tener a su líder, Paul George, completamente contra las cuerdas, sacaron fuerzas de no se sabe donde para doblegar con solvencia a su rival.

El encuentro enfrentaba a dos equipos con mayúsculas y vendía el emparejamiento Paul George vs. LeBron James, un enfrentamiento que fue un abuso por parte de LeBron en la primera parte, pero que se equilibró con la reacción de Paul George en la recta final del partido, una reacción que le vino muy bien a su equipo.

Porque nadie daba demasiado por Indiana tras ver el primer cuarto. Fueron 12 minutos de pleno dominio visitante, con la defensa local agujereada permanentemente por la ágil ofensiva de Heat. A la afición local solo le insufló algunos ánimos el gran inicio de Roy Hibbert, pero pronto vio que la cosa no funcionaba. El primer cuarto finalizó 19-30 gracias a que C.J. Watson anotó una canasta sobre la bocina para acortar distancias. En ese primer cuarto, George sumaba 0 en puntos, rebotes y asistencias, había fallado todos su tiros y había perdido varios balones. La defensa de LeBron le había arruinado, un James que en contraposición se había ido a 8 tantos, 5 rebotes y 2 pases de canasta. Miami se las prometía muy felices.

Y siguieron siendo felices en el segundo cuarto, que nos llevó a un intermedio con dominio visitante por 40-47. Los Pacers no encontraban el camino. George se fue al descanso sin anotar una sola canasta en juego, con 2 puntos y 5 pérdidas de balón. LeBron dominaba con la ayuda inestimable de Dwyane Wade.

Pero llegada la reanudación, todo cambió. El cambio se encarnó a través de la mejora defensiva de un equipo súper en defensa, unos Pacers que cuando defienden en bloque son un auténtico muro. Y ese muro hizo mucho daño a Miami. LeBron empezó a sentirse incómodo, el poder interior local era muy superior al visitante y Paul George metió por fin su primera canasta en juego mediado este tercer cuarto. A partir de ese momento, el alero se sumó a Roy Hibbert y David West para formar un triunvirato ganador.

Esa defensa de Indiana dejó a Heat en 37 puntos en la segunda parte, que hubieran sido 34 si Ray Allen no hubiera metido un triple inservible cuando se agotaba el partido y éste ya estaba decidido. Se atasco la ágil ofensiva de los de Florida, que no vieron el modo de hincarle el diente a la retaguardia local. Con 86-81, LeBron buscó un triple para que el partido no muriera definitivamente. Falló y acto seguido anotó West para cerrar el encuentro ante el delirio de un Bankers Life Fieldhouse que no ha visto perder a su equipo: 10-0 en casa para un impresionante 19-3 en total.

Los locales acabaron por encima del 50% en el tiro, dominaron el rebote y salvaron el partido a pesar de sus desastrosas 21 pérdidas de balón. El dominio de sus hombres altos se hizo corpóreo en los 24 puntos de Roy Hibbert y los 17 con 9 rebotes de un David West que perdió 7 balones. Paul George hizo 17 tantos tras meter solo 2 en la primera parte. Y Luis Scola finalizó con 7 puntos y 6 rebotes en 16 minutos. Juegue lo que juegue, el argentino es una plena garantía para su equipo.

En Miami, 17 puntos, 14 rebotes y 6 asistencias de James, que hizo un 6 de 16 en el tiro, y 17 tantos, 6 rebotes y 6 pases de canasta de Dwyane Wade. Chris Bosh tuvo un día gris, Ray Allen y Mario Chalmers no ayudaron desde el perímetro, el equipo no funcionó en líneas generales ni en la zona ni desde el triple y la intensidad de juego local terminó por descomponer a unos Heat que estaban llamados a ganar visto su arranque de partido.

Toronto 103 San Antonio 116

San Antonio no falló en su visita al Air Canada Centre, impuso su mayor calidad, dominó a partir de su profundidad de banquillo y ya suma 16 victorias en 20 encuentros.

También los Spurs empezaron mal en Canadá para remontar, eso sí, con facilidad. Asombró a todos el primer cuarto, en el que Toronto se impuso por 36-24 tras dinamitar una defensa rival que fue una sombra de lo que cabía esperar del equipo texano. Pero los de Gregg Popovich reaccionaron rápido y bien, con un 17-35 en el segundo cuarto para alcanzar el descanso 6 arriba (53-59), un gran parcial que tuvo su continuación en el tercer período. Tremendos los 24 minutos de San Antonio correspondientes a los dos cuartos centrales: parcial de 38-65 para finiquitar el choque.

En cuanto San Antonio empezó a defender en serio y en cuanto el equipo recuperó su mayor seña de identidad y comenzó a mover el balón con la fluidez maestra que le caracteriza, todo acabó. Un final que tuvo su jugada clave cuando nada más empezar el último cuarto Aron Baynes salvó in extremis un balón que se iba por la banda, lo sacó de espaldas, Marco Belinelli lo controló, no sin dificultad en el centro de la zona y se lo pasó sin mirar a Tony Parker, que desde el triple anotó el 74-92. Fue la puntilla para los Raptors, que siguen sin contar con sus nuevas adquisiciones, incluido  Greivis Vásquez.

El movimiento de balón excelso de Spurs, cargado de sentido colectivo, inteligencia y pases extras en el momento adecuado se tradujo en 30 asistencias. El equipo acabó con un 55% en el tiro de campo, bombardeó sin piedad a Toronto desde el triple, firmando un gran 13 de 23, y ofreció la imagen que todos esperan de un conjunto que acarició el anillo la pasada temporada.

Hasta 7 jugadores visitantes anotaron dobles dígitos, hasta 12 hicieron al menos 1 punto y los suplentes se fueron a 61 encabezados por un magistral Manu Ginóbili. El de Bahía Blanca fue una máquina sabia de hacer baloncesto. Al descanso ya sumaba 11 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias y al final se fue del encuentro como máximo anotador y pasador de San Antonio. Espectacular Manu: 16 puntos, 9 asistencias, 5 rebotes y 4 de 7 triples en solo 23 minutos. Menuda producción: 25 de valoración en ese corto tiempo y +21 su equipo cuando él estuvo en pista.

Además, 15 puntos y 6 asistencias de Tony Parker, 14 con 7 rebotes de Tim Duncan y partidazo de Baynes, con récord anotador personal. Hizo 14 puntos.

En Toronto, 19 puntos y 9 rebotes de Amir Johnson, que venía de hacer un partidazo ante Lakers y 19 y 7 asistencias de DeMar DeRozan. Kyle Lowry y Jonas Valanciunas se apagaron en la segunda parte tras brillar en la primera.

Detroit 94 Minnesota 121

Volvió Kevin Love y todo cambió en Minnesota. Al cambio también contribuyó la resurrección de Ricky Rubio en la dirección del juego. Ambos fueron esenciales en una victoria rotunda que dejó a Detroit algo tocado. 

El partido empezó a la carrera, con Minnesota haciendo 20 puntos en 6 minutos con 5 asistencias de Rubio y 8 puntos de un Nikola Pekovic que hacía daño a Andre Drummond. Un primer cuarto que acabó con un 32-33. Para entonces, Kevin Love ya asomaba sus garras, se intuía de forma anticipada que en el gran duelo interior el dúo Kevin Love-Nikola Pekovic se iba a imponer al formado por Greg Monroe y Andre Drummond, como así fue. También se atisbaba ya la belleza del duelo de bases entre Brandon Jennings y Ricky Rubio. Brillaron los dos.

Sin embargo, el segundo cuarto fue otra historia. Los Timberwolves subieron un puntito su defensa y empezaron a sentar las bases de su éxito, un éxito que aseguraron más tarde al acabar el tercer cuarto con un claro 77-96. Fue este tercer acto un período feliz para el juego de Ricky Rubio y el afianzamiento de un Love que se había ido al descanso con 19 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias. La puntilla visitante vino de la mano de 2 triples consecutivos de Kevin Martin.

La victoria fue clara. Con 26 puntos, 16 rebotes, 7 asistencias y 4 de 6 triples de Kevin Love sin jugar el cuarto final. Tremendo su regreso tras una pequeña ausencia. Rubio, que también descansó en los 12 últimos minutos, concluyó con 15 tantos, 9 asistencias, 4 rebotes y 2 robos, ¡no perdió un solo balón en 28 minutos y tiró bien!. Hizo 26 de valoración en esos 28 minutos. Además, 18 puntos con 4 robos de Kevin Martin y otros 18 tantos de Pekovic. Bien J.J. Barea con 10 tantos y 6 asistencias en 17 minutos. Tampoco perdió un balón. ¡Entre Rubio y Barea, 45 minutos sin perder una posesión!.

Los Pistons robaron 4 balones y perdieron 20. Una ruina. Brandon Jennings fue su jugador más activo en ataque con 20 puntos y 7 asistencias, aunque perdió 6 balones. Josh Smith sumó 17 puntos pero fue de más a menos y el novato Kentavious Caldwell-Pope batió su récord anotador con 16 y le puso un tapón de impresión a Kevin Love. Jugó Chauncey Billups tras un mes de baja y Charlie Villanueva sumó 3 puntos y 1 rebote en 8 minutos.

Chicago 74 Milwaukee 78

Un partido reducido a escombros por las bajas. El equipo local sin 4 de los titulares con los que empezó la temporada. El equipo visitante con la enfermería llena desde que comenzó la campaña. El resultado, un encuentro para olvidar, que no dejará huella. Un partido con un resultado raquítico, bajos porcentajes de tiro, escaso espectáculo y una dolorosa derrota para los Bulls ante el último del Este.

Milwaukee cerró el partido con 2 tiros libres anotados por Ersan Ilyasova a 4 segundos del final, pero el héroe de los Bucks fue el joven John Henson, capital en esta quinta victoria de la temporada de la escuadra de Wisconsin. Henson acabó con 25 puntos, 14 rebotes y 6 tapones. Tremenda actuación la suya. Además, 19 puntos y 10 rebotes de un Brandon Knight que no se cortó a la hora de tirar. Lanzó 23 veces. Mal O.J. Mayo, lo que no fue impedimento para que su equipo ganara.

Chicago, un desastre. La escuadra de Tom Thibodeau anotó 32 puntos en la segunda parte y sigue cuesta abajo. Más aún al añadirse a las bajas de Derrick Rose y Jimmy Butler las de Joakim Noah y Luol Deng. Es decir, 4 titulares fuera de juego, con Carlos Boozer como único superviviente.

Boozer hizo 21 puntos, 12 rebotes y 4 robos, siendo el mejor local junto a un Mike Dunleavy que tuvo que jugar 44 minutos. Acabó con 24 tantos. El resto, mal. Rotación de solo 8 jugadores y los bases del equipo haciendo el ridículo: Kirk Hinrich firmó un 0 de 10 en el tiro y Marquis Teague, un 1 de 7. Este equipo, tras lesionarse Rose, necesita un base ya.