Miami Heat está bajo mínimos. Su derrota ante Portland en su feudo desata ya todas las alarmas. El equipo de Spoelstra vaga en caída libre, todo lo contrario que el de McMillan que navega viento en popa. Rudy Fernández jugó 21 minutos pero no anduvo brillante.
El equipo de James, Wade y compañía acumula 5 derrotas consecutivas, preocupación máxima; el de Aldridge, Roy y compañía ha ganado 11 de sus últimos 14 encuentros, incluidos los últimos 7 que disputó como visitante, y ha completado una gira triunfal por Florida, con triunfos en Orlando y Miami. Satisfacción máxima.
Milwaukee Bucks, mientras, le dio un soberano repaso a los Wizards en Washington. El equipo local perdió a las primeras de cambio a Blatche. Delfino sumó 15 puntos para los vencedores.
Además, Cleveland volvió a perder. Esta vez, en casa ante Golden State Warriors. Ellis y Curry impusieron su ley.
Miami 96 Portland 101
Se acercan los momentos decisivos del campeonato y Miami va a menos. Desde el parón del All-Star, el equipo es una caja de sorpresas, negativas todas. Bueno, el equipo por decir algo, porque los de Florida son todo menos un equipo. Las estrellas están enterrando a sus compañeros. El desequilibrio es patente.
Anoche, resultó espectacular. Dwyane Wade se fue a 38 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias y LeBron James a 31 con 11 rebotes y 8 pases de canasta. Entre los 2, una espectacular serie en el tiro de 26 de 41. El problema es que no hubo más. Esporádicas ayudas, mínimas, de Chalmers y pare usted de contar, porque Bosh tuvo una noche horrible: 7 puntos y 4 rebotes con 3 de 11 en el tiro.
El juego interior de Miami fue una farsa y su suplencia, un desatino: 8 puntos la segunda unidad local por 41 la visitante.
Wade y James dejaron poco margen para el resto: lanzaron 41 de los 72 tiros del equipo, anotaron 69 de sus 96 puntos, dieron 13 de sus 20 pases de canasta y atraparon 17 de sus 31 rebotes. Un dúo no gana partidos.
Enfrente, un equipo compacto lleno de excelentes jugadores, un colectivo cada vez más implicado en sus objetivos. Con su líder, LaMarcus Aldridge, que se fue a 26 puntos y que cada día se preocupa menos del rebote al tener al lado a Camby y Wallace, un Gerald Wallace que firmó su mejor partido con su nueva elástica: 22 puntos y 9 rebotes.
Andre Miller estuvo convincente en la dirección y Brandon Roy sí que aportó esta vez con 14 tantos en 23 minutos y 3 de 3 en el triple.
Mientras, Rudy Fernández disputó 21 minutos, pero no anduvo demasiado bien. Acabó con 3 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias y 2 robos. Y 1 de 6 en el tiro.
Washington 76 Milwaukee 95
Apenas 3 minutos de juego. Eso es lo que duró el local Blatche en el partido. Los suyos dominaban 7-2 cuando el ala-pívot de los Wizards se pegó un topetazo con el suelo y se dañó el hombro derecho.
Fue un serio inconveniente que empezó a materializarse en el segundo cuarto, que fue el primer aviso al conjunto local, que cayó 15-29. En el tercero, el parcial se fue a 16-24 y acabado el tercer cuarto todo estaba decidido: 52-75.
Los Wizards firmaron un 37,6% en el tiro de campo, un 2 de 12 en el triple y un 52,% en los libres, además de perder 22 balones. Un compendio calamitoso. Así les fue.
Sólo el novato Jordan Crawford se salvó de la quema con sus 22 puntos, su mejor registro en la NBA. McGee sumó 13 rebotes y Wall merodeó el triple-doble, pero con un perfil muy bajo, tan bajo que erró 13 de sus 17 lanzamientos a canasta. Washington sigue sin sus dos nombres mayúsculos y también mayúsculas decepciones, los lesionados Rashard Lewis y Josh Howard, que un día fueron algo en esto del baloncesto.
Festín visitante en el regreso de Bogut, que se hizo notar con sus 14 puntos, 9 rebotes y 7 pases de canasta. Jennings sumó 23 y Salmons, 22. Poder exterior. También poderío de Delfino desde el perímetro. El argentino hizo un gran partido y acabó con 15 puntos, 7 rebotes, 3 robos y 2 pases de canasta en 36 minutos.
Cleveland 85 Golden State 95
Cleveland empezó a lo grande (30-18 en el primer cuarto), pero se cansó pronto (16-29 en el segundo) para empequeñecerse en el tercero y terminar perdiendo, como casi siempre.
Tirando mal y perdiendo 19 balones no es fácil ganar. Eso es lo que hicieron los Cavs, cuyos titulares sumaron una lamentable serie de 19 de 50. Sólo se salvaron dos suplentes: el gran Baron Davis (19 puntos y 6 asistencias) y el duro Ryan Hollins (14 tantos).
El trío estelar de los Warriors funcionó. Monta Ellis hizo 24 tantos, 7 rebotes, 7 asistencias y 6 de 9 triples, Stephen Curry añadió 23 con 7 rebotes y 6 pases finales y David Lee hizo un doble 14.