Los Hawks de Atlanta comenzaron los playoffs a cien por hora. Su primer cuarto ante Milwaukee fue demoledor. Los locales aprovecharon en esos 12 minutos la superioridad en la pintura de Horford y Smith. Ese cuarto inicial marcó el desarrollo del encuentro.
Atlanta 102 Milwaukee 92 (1-0)
Atlanta no se anduvo con contemplaciones. A las primeras de cambio, un parcial de 32-12 había anulado la resistencia de unos Bucks limitados enormemente en la pintura por la ausencia de Bogut tras aquel desdichado mate que acabó en descalabro.
Los muchachos de Skiles vieron cómo en un abrir y cerrar de ojos tiraban por la borda su debut en la postemporada. Y lo hicieron por dos causas: en esos primeros minutos la defensa de gran corte físico de los Hawks invalidó la ofensiva visitante y en ese inicio Horford y Smith impusieron su ley en la zona.
El primer cuarto concluyó con un inapelable 34-17. A esa altura del partido, el dominicano Horford y su compañero Josh Smith ya habían sumado 16 tantos, 8 por cabeza.
El dominio local persistió en un segundo cuarto más equilibrado. Y los de Woodson alcanzaron los vestuarios en el descanso 22 puntos arriba (62-40).
Lo más positivo de los Bucks fue que no se rindieron. Tirando de amor propio y de cierta relajación local, los de Wisconsin se llegaron a colocar en el tercer cuarto a 7 puntos de su rival, una drástica reducción de su desventaja en el luminoso, pero la reacción acabó ahí, en el mismo momento en el que Atlanta decidió actuar con un sabio equilibrio que le llevó a moverse durante todo el último cuarto en los 10 puntos de ventaja sin permitir a su contrincante bajar de los 8. Un colchón suficiente.
Los Hawks dominaron en encuentro. Lanzaron con gran acierto, más tratándose de un playoff, fueron selectivos desde la línea de 3 y mostraron una agresividad de la que careció Milwaukee. Prueba de ello fueron los 11 tapones que colocaron a su adversario.
El equipo de Woodson tuvo a todos sus titulares y a su sexto hombre en dobles figuras anotadoras. Joe Johnson fue el líder local con 22 puntos, 7 rebotes, 5 asistencia y 3 robos y el veterano Mike Bibby constituyó el factor sorpresa de los suyos al rendir muy por encima que en la temporada regular y acabar con 19 tantos con 8 de 9 en el tiro de campo3 triples sin fallo.
Crawford fue el sexto hombre ideal con 17 tantos, Josh Smith aportó como siempre su criterio en muchas facetas del juego y el dominicano Al Horford empezó con gran pie la fase crucial del campeonato.
Horford sumó 15 tantos, atrapó 7 rebotes y colocó 5 tapones en 36 minutos, logrando 7 de sus 14 tiros dobles.
Nada que ver con la desafortunada y decepcionante actuación del otro hispano del partido, el argentino Carlos Delfino, que estuvo muy por debajo de lo esperado: 4 puntos, 2 asistencias y 1 robo en 23 minutos. Apenas aportó el santafesino y su equipo lo notó.
El que sí contribuyó fue el novato Brandon Jennings (exhibición para los que tenían dudas de su rendimiento en esta clase de partidos). Está claro que la liga italiana curte. El joven base acabó con 34 puntos y 4 de 6 en el triple. Ningún base en la historia de la NBA había aportado tal porcentaje de puntos dentro de su equipo en su debut en playoffs. Eso sí, tiró 25 vecs a canasta y dio 3 asistencias, una ratio muy deficiente para un organizador del juego.
Fue el único, sin embargo, que se echó el equipo a la espalda. Toda vez que tampoco Salmons funcionó acorde a lo esperado. El alero anotó 16 puntos, robó 6 balones, pero hizo 6 de 18 en el tiro. Pero lo que mató a los Bucks fue su horrible inicio, producto de su imposibilidad de mantener una lucha en igualdad en los tableros.