JORNADA NBA / PLAYOFFS 2009

La intensidad de unos Rockets sin Ming destroza a los Lakers

Brooks, Battier y Scola se convierten en piedras angulares del triunfo de Houston

Gasol anota 30 puntos, 18 en el último cuarto, cuando todo estaba ya decidido

hispanosnba.com |

Sin Ming, los Rockets elevaron varios grados su intensidad en la pista y pasaron por encima de unos Lakers decepcionantes. Brooks se erigió en la gran figura del partido con 34 puntos, bien secundado por Battier y Scola, que tomó la responsabilidad de dominar los tableros.

Battier resultó decisivo, ya que su excepcional arranque en ataque propició el despegue inmediato del equipo local, mientras que Scola terminó con 11 puntos y 14 rebotes, asumiendo el papel en los tableros del ausente Ming.

Los Lakers llegaron a perder por 29 puntos y sólo el orgullo final de Pau Gasol (18 de sus 30 puntos los anotó en el último cuarto) y Shannon Brown -14 tantos- alivió la mala imagen de los angelinos, que se quedaron sin Odom en el tercer cuarto al sufrir el jugador un fortísimo golpe en la espalda al caer mal en una entrada a canasta.

Houston 99 L.A.Lakers 87 (2-2)

No se lleven a engaño, los Lakers jamás tuvieron opción de llevarse el partido y el resultado debería de haber sido muchísimo más abultado para hacer justicia al juego de unos y otros.

Se presentaban los Rockets sin el lesionado Yao Ming en este cuarto partido y todo parecía derrumbarse en el Toyota Center, pero lo único que se vino abajo fue la imagen de los Lakers.

Los locales saltaron a la cancha con una prodigiosa intensidad y pillaron a su rival a medio vestir. El comienzo resultó increíble: 9-0 de inicio, 19-4 poco después y 26-9 tras una canasta de Scola. Los Lakers tardaron 3 minutos y medio en anotar sus primeros puntos, obra de Bryant, y a su falta de resolución ofensiva se unió una defensa de papel que fue fácilmente resquebrajada por un bisturí llamado Shane Battier, que acabó el primer cuarto con 12 puntos tras no fallar ni un solo tiro y anotar 3 triples.

Adelman resolvió la ecuación Ming sustituyendo al chino por Chuck Hayes, que fue el que se encargó en defensa de Pau Gasol con un considerable éxito. Y es que Scola-Hayes fue la opción del técnico local, que sin Ming dio menos minutos a Landry (12) que en anteriores partidos, cuando el chino estaba sano.

Ese primer cuarto -en el que Battier, Brooks y Scola ya sentaron la base de su dominio- tuvo un efecto cascada de resultado imprevisible. Porque ese 29-16 del primer acto cobró el efecto bola de nieve y arrastró ya a los angelinos durante toda la noche ladera abajo y sin control alguno.

Phil Jackson anticipó algunos cambios. Farmar y Walton salieron a la pista en ese primer cuarto en lugar de un desafortunadísimo Fisher, al que Brooks superó de forma brutal, y Ariza, que estuvo remiso en ataque y en defensa durante todo el encuentro. Pero los cambios no variaron el panorama.

Lejos de amainar, la tormenta arreciaba con más fuerza. Tras un primer cuarto en el que los visitantes anotaron 7 de sus 19 tiros y perdieron 4 balones, en el segundo su juego se hizo aún más caótico. Un desastre plagado de pérdidas de balón, imprecisiones en ataque y desajustes defensivos, una debacle que cobró su máxima expresión en la defensa de perímetro.

Houston seguía como un rodillo, sin ninguna intención de detener esa prodigiosa intensidad con la que había iniciado el partido. Su segunda unidad dominó con facilidad en el segundo cuarto a la segunda unidad californiana, y se llegó al descanso con un esclarecedor 54-36. Pero lo peor para los de Jackson estaba aún por llegar.

El tercer cuarto resultó definitivo y desalentador para los Lakers. A mitad de cuarto el parcial era de 14-4, lo que dejaba el electrónico en un humillante 68-40. Los locales disfrutaban con su gran juego, los visitantes hacían aguas y Lamar Odom se dio un costalazo en la espalda al chocar en una entrada a canasta con Battier. El alero de los Lakers no volvió a salir a la pista.

Se llegó así a la jugada final del tercer cuarto, que es un resumen de lo que fue el partido, un resumen empaquetado en 7 décimas de segundo. El balón sale por la banda en la parte de la cancha de Houston, que tiene que sacar desde su campo con 7 décimas por jugar. Pues bien, brutal puesta en escena de Ron Artest que con un pase kilométrico atraviesa tres cuartas partes de campo y toda la defensa angelina para conectar un alley-oop con Aaron Brooks -la gran estrella del partido-, que ganando la espalda a un despistado Farmar, pega un salto de impresión y anota en suspensión sobre la bocina. Final del cuarto, 83-54, máxima ventaja del partido y definitivo hundimiento de unos lamentables Lakers.

Por eso el último cuarto fue simplemente un arranque de dignidad de los Lakers, especialmente de un tremendo Pau Gasol, que hizo 18 puntos y 6 rebotes en los últimos 12 minutos, momento en el que los Lakers cargaron el juego sobre el interior cuando ya era demasiado tarde, y de Shannon Brown, que estuvo muy activo. Un ejercicio de maquillaje que permitió a los visitantes lavar un poco su deteriorada imagen. La presión por toda la cancha de los Lakers y el parcial final de 16-33 aliviaron esa sensación de zozobra que proyectaron a todos durante los primeros 36 minutos de juego. Aunque el daño ya estaba hecho.

Gasol concluyó con 30 puntos y 9 rebotes, Bryant se quedó en unos pobres 15 (se desenchufó en cuanto vio que todo estaba perdido) y Brown hizo 14 unidades. En el lado más negativo, los horribles desempeños de Fisher, Odom y Bynum. El hispano Ariza anduvo, mientras, bastante discreto (5 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias en 23 minutos).

Houston fue una máquina perfecta. Defendió a la perfección mientras hubo partido, dejando a su rival en 54 puntos en los 3 primeros cuartos, lanzó con bastante acierto desde el exterior, controló muy bien el juego interior de los Lakers hasta el último cuarto y ¡dominó el rebote sin Yao Ming!.

Aquí, en el dominio del rebote, cabe destacar el gran papel ejercido en defensa por Hayes (9 rebotes y 4 robos) y el partidazo de Luisito Scola, verdadero dominador de los tableros. El bonaerense se echó esa responsabilidad sobre sus espaldas, la de suplir a Ming, y demostró que llevar tantos partidos importantes cargados en su magnífica trayectoria es un grado. Ni se inmutó, no se puso nervioso y contribuyó de forma excepcional al triunfo local con 11 puntos y 14 rebotes en los 32 minutos que estuvo en cancha.

Pero los dos hombres esenciales en la victoria local, además de Adelman, fueron un impresionante Aaron Brooks, que se fue a los 34 puntos con 4 triples, y un sensacional Shane Battier, que hizo 23 con 5 triples. El segundo abrió el hueco en el marcador en una fantástica primera parte y el segundo lo aumentó con una prodigiosa segunda mitad para firmar el empate a 2 en la serie. Ahora habrá que ver si este efecto intensidad, provocado por la ausencia de Ming, se mantiene.

Los números:
  • Houston: Brooks 34 pt y 4 as (4 de 9 t3); Battier 23 pt (5 de 10 t3); Landry 12 pt; Scola 11 pt y 14 reb.
  • L.A.Lakers: Gasol 30 pt, 9 reb y 2 tp; Bryant 15 pt, 5 as y 4 rob; Brown 14 pt en 18 min.
  • Houston dominó todo el partido, siempre fue por delante en el marcador y llegó a ganar por 29 puntos.
  • Yao Ming asistió al partido vestido de traje sentado al lado de otro lesionado del equipo, Dikembe Mutombo.
  • Odom tuvo que retirarse en el tercer cuarto por una lesión en la espalda.