JORNADA NBA / PLAYOFFS 2009

Chicago fuerza el 7º tras 3 prórrogas pese a los 51 de Ray Allen

Derrick Rose se convierte en el héroe local al taponar el tiro decisivo de Rajon Rondo

Los Bulls y los Celtics acumulan ¡7 prórrogas! en una serie eliminatoria que ya es histórica

hispanosnba.com |

La atmósfera del United Center se volvió irreal. Había algo mágico en el ambiente durante toda la noche y la magia fue creciendo y creciendo hasta completar un partido de 4 horas con 3 prórrogas que ganaron los locales a pesar de la monumental obra de Ray Allen (51 puntos y 9 triples).

Fue uno de esos partidos que uno se guarda para siempre en el recuerdo dentro de una eliminatoria que ya no se podrá olvidar porque se ha convertido en historia viva de la NBA. Empate a 3 y en 6 encuentros, 4 terminaron con tiempos extras hasta totalizar 7 prórrogas. Un delirio maravilloso.

Chicago 128 Boston 127 (tras 3 prórrogas) (3-3)

Una locura. Un atracón. Un sinvivir. ¿Alucinación?. Tal vez, bendita alucinación. Eso y mucho más fue el sexto encuentro de esta celestial eliminatoria que enfrenta a dos de los equipos más laureados de la NBA, los Celtics y los Bulls, una eliminatoria que merecía desembocar en un séptimo y definitivo partido, aunque a los aficionados les gustaría que no acabara nunca, que quedara en suspenso, que no hubiera vencedor ni vencido.

El partido quedará en la retina de todos cuantos lo vieron. Fueron 63 minutos de pasión, tensión, dureza, belleza, destellos individuales, prácticas colectivas y entrega física por partes iguales. Como en la retina quedará un hombre a pesar de perder el partido, y es que el veterano Ray Allen se marcó anoche el partido de su vida: 51 puntos con ¡9 triples de 18 intentos!. La suya fue una lección magistral que debería guardarse en las videotecas como oro en paño.

Por el inicio no parecía que el partido fuera a derivar nuevamente en una historia interminable. El primer cuarto de Chicago fue tremendo. Espoleados por su caliente público, los Bulls le endosaron 37 puntos a los Celtics, que ya tienen claro que si esta vez han de ganar no va a ser a base de defensa. Por lo menos hasta ahora.

Ese primer acto terminó 37-26 tras estar detenido el juego varios minutos cuando quedaban 28 segundos. La causa, un rifirrafe entre Rondo y Hinrich cuando el balón estaba lejos de ellos que derivó en una trifulca multitudinaria y que concluyó con una falta flagrante de Rondo, que empezó la acción, y una técnica para Hinrich.

Tras ese dubitativo inicio, los Celtics recompusieron la figura para irse al descanso 2 abajo (59-57) gracias a un emergente Ray Allen, cuyo estado de gracia se convirtió ya en permanente durante los 63 minutos de juego.

Y llegó el segundo momento importante del partido. Cuando al inicio del teóricamente último cuarto, los Bulls bordaron el baloncesto y aplastaron a su rival hasta colocarse 88-76 con un mate de Tyrus Thomas. Restaban 10:16 para el final y los célticos estaban contra las cuerdas. Pero el equipo campeón mostró esa pasta especial de la que están hechos los grandes equipos y emprendió una acción desbordante e inesperada.

Los Celtics empezaron a jugar otro baloncesto, con mayor exigencia defensiva y con un impecable ataque, y liderados por Ray Allen y Glen Davis endosaron un parcial a los locales de ¡3-23! para ponerse 91-99 a 3:23 de la conclusión. El parcial lo cerró Pierce con 5 puntos consecutivos.

De repente, todo había mudado. El partido que era de los Bulls había basculado hacia un encuentro que ya era de los Celtics, y con ese encuentro la eliminatoria, la victoria definitiva. Pero no fue así.

Los de Del Negro recompusieron su figura y equilibraron la partida, destacando la figura de un gran Brad Miller, que con un triple frontal y una preciosa penetración empató el choque a 101. Paul Pierce erró la penúltima jugada y Gordon no tocó aro en la última. Ya estábamos en el escenario habitual de esta serie: el tiempo extra.

La primera prórroga no supuso un cambio de norma. La igualdad perduró. Salmons, otro ex de Sacramento que brilló en los Bulls, empató a 109 y nuevamente Pierce tuvo un momento de oro. El tiro que era de partido y de eliminatoria, pero como Gordon minutos antes no tocó ni el aro.

Se llegó al segundo tiempo extra con cara de incredulidad entre los jugadores y los técnicos. La grada ya llevaba minutos en pie y no volvió a sentarse ya. Manos en la cabeza, tapándose la boca, sonrisas, gritos, locura colectiva en un United Center cargado de decibelios. Y lejos de amainar, ese bullicio se fue retroalimentando vorazmente. Porque la segunda prórroga tampoco decidió nada.

Ray Allen se marcó un impresionante triple desde la esquina con Noah saltándole encima. Faltaban 20 segundos y suponía el empate, pero los árbitros dieron la canasta de 2. Se paró el juego y se echó mano del vídeo. Repetición tras repetición resultaba casi imposible discernir si pisaba la línea o no. Terminó siendo de 2. Todo apuntaba a una resolución definitiva del encuentro.

Sin embargo, no fue así. Brad Miller, otra vez él, anotó 2 tiros libres y con 118-115 afrontaron los visitantes una jugada decisiva que acabó en manos de Ray Allen. Y el mago de la noche empató con un fantástico triple a 7 segundos del final. Luego, los Bulls fueron incapaces de tirar a canasta en los 7 segundos restantes. Y se llegó a la tercera prórroga. Doc Rivers sonreía porque ya no sabía de qué iba esto y Kevin Garnett, vestido de calle, no podía soportar tanta tensión.

Y fue en esa tercera prolongación, 4 horas después del salto inicial, cuando se decidió el encuentro a favor de los de Del Negro, que empataron así la eliminatoria a 3. Noah puso a todos en la pista cuando a 35 segundos del final robó un balón a Pierce y salió a la carrera para anotar un mate con tiro adicional tras la falta de Pierce, que supuso su eliminación.

Pero hubo que esperar un poco más para ver la resolución. Con 128-127 atacó Boston para ganar, pero el tiro de Rondo fue taponado espectacularmente por Rose a 7 segundos del final. Luego Rose le dio emoción a los segundos postreros al fallar 2 tiros libres, pero el tiro final de Rondo fue ya un imposible ejecutado desde el medio del campo y no entró.

El partido fue superlativo en juego y en números. En Boston, Ray Allen hizo 51 puntos y anotó 9 triples, Davis y Pierce hicieron 23 y 22 antes de ser eliminados y Rondo estuvo muy mal en el tiro, pero hizo ¡19 asistencias y 0 pérdidas de balón en 59 minutos de juego!. Pero lo que mató a los bostonianos fue su horrible segunda unidad, que jugó poco y mal.

En los ganadores, espléndidos los ex de Sacramento John Salmons (35 puntos desde la titularidad) y Brad Miller (23 desde la suplencia). Y decisivo el joven Derrick Rose (28 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias), que suplió la carencia de Ben Gordon, que fue eliminado tempranamente al cometer 6 faltas.

Los números:
  • Chicago: Salmons 35 pt y 6 reb en 60 min. (5 de 9 t3); Rose 28 pt, 8 reb y 7 as; Miller 23 pt y 10 reb (8 de 9 tc, 2 de 2 t3 y 5 de 5 tl); Noah 15 reb.
  • Boston: R.Allen 51 pt y 3 rob (18 de 32 tc y 9 de 18 t3); Davis 23 pt y 7 reb; Pierce 22 pt y 9 reb; Rondo 8 pt, 9 reb, 19 as y 0 perd. (4 de 17 tc).
  • Las 7 prórrogas que han jugado hasta la fecha son un récord histórico. Los dos mejores registros en una serie eran 4 y databan de los años 50.
  • Ray Allen es el primer Celtic que supera los 50 puntos en un playoff desde que Havlicek lo hiciera en 1973 y bate el récord de triples de la historia de la franquicia en postemporada.
  • Los titulares de Boston sumaron 116 puntos y los suplentes sólo 11 tras anotar 4 de sus 18 tiros.
  • Brad Miller sólo falló un tiro y fue porque tuvo que tirar desde una posición muy forzada al acabarse la posesión.
  • Los Celtics sólo anotaron 3 puntos al contraataque en 63 minutos.