ANÁLISIS

Rudy existe

Jon Cuesta |

En Portland comienzan a saber lo que tienen. Empezaron a saberlo el día de la final de los Juegos Olímpicos de Pekín, cuando la selección española mantuvo hasta el final las opciones de llevarse el oro ante el Dream Team.

Aquel 24 de agosto, ante su actual entrenador, Nate McMillan, Rudy Fernández hizo un partido memorable y un mate con tiro adicional sobre Dwight Howard que quedó grabado en la retina de los norteamericanos. Sólo unos pocos yanquis sabían que Rudy Fernández existía, hasta aquel día.

Desde el primer partido de liga regular en Los Angeles ante los Lakers, el mallorquín ha demostrado que no es un jugador 'youtube', sino una pieza que, bien utilizada, puede resultar clave para el futuro de los Blazers. Los de Oregón han construido su prometedor futuro en torno a Brandon Roy (24 años), Greg Oden (21) y un puñado de buenos jugadores jóvenes como el ala pívot LaMarcus Aldridge (23), el base Steve Blake (28) o el alero Travis Outlaw (24).

La semana pasada ante los Heat, Rudy se reivindicó con 25 puntos (14 de ellos en el último cuarto) y Nate McMillan debería tomar nota. El español está jugando una buena cantidad de minutos (28,6 de media), pero el equipo aún no es consciente de su potencial y parece que sólo entra en los sistemas ofensivos cuando Sergio Rodríguez está en pista. Sólo el canario le busca con asiduidad.

Todo pasa por Roy

Brandon Roy absorbe como jugador franquicia gran parte de los segundos de cada posesión con Rudy como mero espectador. Blake la sube, Roy la recibe y su único objetivo es botar el balón hasta consumir la posesión. Después, tiro forzado o patata caliente hacia Outlaw o Aldrigde para que se busquen la vida. Brandon Roy es un grandísimo jugador, pero debería saber a estas alturas que Rudy sabe jugar a esto y que también existe.

Ante los Hornets, el mallorquín apenas tocó el balón durante el decisivo último cuarto. Los Blazers perdieron en los últimos segundos gracias, en parte, a malas elecciones de tiro de Brandon Roy. Frente a Minnesota, en su último partido, Fernández apenas tiró cinco veces a canasta.

Sólo su enorme efectividad en este inicio liguero -47% en tiros de campo, 46% en triples y 94% en tiros libres- hace que el español anote 14,8 puntos por partido. Para conseguir sólo 3 puntos más de media, LaMarcus Aldridge necesita hacer casi 8 tiros más por partido.

Su arranque ha sido muy positivo y han bastado 8 partidos para sonar en las quinielas de 'Rookie del año', pero Nate McMillan puede sacar mucho más del español. Necesita concienciar a los pesos pesados del vestuario de que Rudy Fernández también existe y que merece una mayor participación en los sistemas ofensivos de los de Oregón.