Los Golden State Warriors no han renunciado a sus planes de trasladar el equipo de Oakland a San Francisco, o lo que es lo mismo, de una orilla a otra de la bahía de San Francisco, pero sí han tenido que hacerlo a la ubicación originalmente elegida para ello.
La franquicia ha llegado a un acuerdo para adquirir un solar de 12 acres (algo menos de 50.000 metros cuadrados) sobre el que construir el que pretenden que sea su estadio a partir de la temporada 2018-19.
El nuevo terreno elegido por los Warriors está en el vecindario de Mission Bay, cerca del acceso al gran puente que, apoyándose en la isla de Yerba Buena, cruza la bahía uniendo San Francisco y Oakland y no lejos de la que estaba prevista que fuera su ubicación en el proyecto original.
Eso sí, la franquicia en esta ocasión, ha buscado un terreno situado muy cerca del mar pero tierra adentro en contraposición al viejo muelle a pie de bahía elegido originalmente, un emplazamiento espectacular al que se vieron obligados a renunciar ante la fuerte oposición vecinal al proyecto.
Oakland no pierde la esperanza
El equipo espera estar jugando en su nuevo pabellón, con capacidad para 18.000 espectadores y próximo al estadio de béisbol de los Giants, a comienzos de la temporada 2018-19 siempre que no haya más retrasos o se encuentren con nueva oposición vecinal. A diferencia de lo que ha sucedido en otras ciudades con equipos NBA, en este caso, el proyecto será íntegramente financiado con fondos privados.
Mientras, en Oakland, donde el equipo ha vendido esta temporada todas las entradas puestas a la venta en los 41 partidos de temporada regular disputados en casa, no pierden la esperanza de que la franquicia cambie de opinión sobre el traslado, aunque reconocen que es complicado. Así lo ha asegurado la alcaldesa de la ciudad, Jean Quan.
Los Warriors llegaron por primera vez a la bahía de San Francisco en 1962 tras abandonar Filadelfia, ciudad donde se fundó la franquicia y en la que jugó a lo largo de 16 temporadas. La ciudad de San Francisco, a la que ahora pretenden regresar, fue su primera ubicación californiana, pero en la temporada 1971-72 se trasladaron a la vecina Oakland, ciudad en la que han jugado desde entonces.