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Los Blazers arrasan 137-105 a los Warriors con 51 puntos de Lillard

Apoteósica victoria de Portland ante unos Golden State desconocidos tras el parón del All-Star

Lillard se reivindica tras la frustración de no haber ido al Partido de las Estrellas de Toronto

hispanosnba.com |

Damian Lillard le hizo 51 puntos a los Warriors
Damian Lillard le hizo 51 puntos a los Warriors (David Blair/Zuma Press/Icon Sportswire)

Damian Lillard hizo de Stephen Curry y los Blazers le dieron un baño de realidad a los Warriors: no se puede uno dormir en los laureles. El parón del All-Star se le indigestó de mala manera a Golden State, ¡que perdió por 32 puntos en Portland! Noche perfecta de Lillard con 51 puntos tras transformar toda su frustración por no ir al All-Star en baloncesto con mayúsculas.

Jamás el base de Portland había alcanzado el medio centenar de puntos. Anoche, tras una exhibición monumental en el Moda Center: ¡51 puntos en 31 minutos de juego! Además, 7 asistencias, 6 robos y ni una sola pérdida. Desde el triple, 9 de 12 fue su serie. Y los Blazers ganaron 137-105 a unos Warriors que sufrieron su quinta derrota en 53 partidos. Desde luego, la más humillante.

Portland ya sumaba 42 puntos tras el primer cuarto y llegó al descanso ganando 68-62. Pero lo más tremendo vino en la reanudación del partido. Parcial de 36-17 en el tercer período y adiós a cualquier opción visitante. Los Blazers llegaron a tener 38 puntos de ventaja y finalizaron el partido con 17 triples anotados con un 56,7% de efectividad en el tiro.

Además del partido memorable de Lillard, C.J. McCollum anotó 21 tantos y repartió 7 asistencias.

Unos Warriors desconocidos

En Warriors, Curry se fue a 31 puntos en 26 minutos con 7 triples, Klay Thompson encestó 23 y Draymond Green rozó el triple-doble con 14 más 12 rebotes y 8 asistencias, aunque perdió 9 balones. Pero el problema radicó en la horrible defensa del equipo, que llevaba 11 victorias seguidas, el 39% que hizo en el tiro de campo y las 20 pérdidas de balón sufridas. Está claro que el parón de febrero le ha sentado más que mal al equipo de Steve Kerr.