Excelentes noticias para los Hawks. Lo que era un desastre sin paliativos se ha convertido solo en un gran susto. Porque la rodilla izquierda de DeMarre Carroll no presenta daños estructurales y el jugador solo sufre un esguince leve en la zona.
Las pruebas médicas a las que se ha sometido el alero de Atlanta revelan que no tiene dañado ligamento alguno de la rodilla y que tampoco sufre desgarrros en los cartílagos.
Su propio entrenador, Mike Budenholzer, se ha mostrado prudentemente optimista: "Veremos cómo van las cosas en las próximas 24 horas", ha dicho. El técnico ha explicado que Carroll se someterá a un tratamiento intensivo desde este momento hasta que se juegue el segundo partido ante Cleveland.
Duda para el próximo partido
El estatus del jugador ahora mismo es de día a día. Es decir, será revisado a diario y no se descarta que pueda jugar el segundo partido de la Final del Este. Ahora mismo, su presencia es una incógnita.
Carroll se lesionó solo cuando entraba a canata a 4:59 del final del partido Atlanta-Cleveland e hizo un feo apoyo que afectó a la rodilla izquierda.
Los gestos de intenso dolor del jugador en el suelo, echándose la mano a la rodilla y al rostro, así como el hecho de que tuviera que ser ayudado para llegar a los vestuarios hacían presagiar una lesión mucho más grave.