Miami necesitaba dar un golpe de autoridad en su serie contra Brooklyn desde el primer instante. Heat venía de perder los 4 partidos que habían enfrentado a ambos equipos en la temporada regular y precisaba ese cambio de rumbo para dejar claro que los playoffs son otra cosa. Y así lo están siendo hasta la fecha. Porque Miami ha jugado 5 encuentros de postemporada y los ha ganado todos, incluida esta primera victoria ante los Nets.
El equipo de Erik Spoelstra parece ajeno al loco discurso competitivo de estos playoffs. Esta noche ha ganado fácil a los Nets a partir de un gran tercer cuarto y bajo el impulso de jugadores como LeBron James, Ray Allen y Chris Bosh.
Miami 107 Brooklyn 86 (1-0)
Olvidado el 0-4 para Nets logrado en temporada regular. Miami no quiere echar la vista atrás. Borrón y cuenta nueva. Un cambio que se materializó en el tercer cuarto tras una primera parte muy igualada que finalizó con un 46-43 a favor de los locales tras un triple sobre la bocina del visitante Deron Williams. Eso sí, el partido discurría bajo la iniciativa de Miami.
Pero el tercer cuarto nos trajo una historia bien distinta, y Miami apagó cualquier resistencia neoyorquina con un parcial de 24-9 que rompió el encuentro. Finalizó el tercer acto con 13 de ventaja para los de Spoelstra tras otro triple sobre la bocina de Deron Williams, éste contra tablero. Una ventaja de 13 puntos cómoda, pero que no podía invitar al acomodo, una ventaja alegre pero peligrosa.
Sin embargo, el peligro nunca llegó en el cuarto final. Un triple de Ray Allen, que metió 9 puntos en el último cuarto, puso un ya más que tranquilizador 89-70 a menos de 7 minutos de la conclusión y a partir de ahí todo transcurrió como la seda, dando tiempo, incluso, para que el mexicano Jorge Gutiérrez debutara en unos playoffs al jugar los últimos 2 minutos y 29 segundos del partido, cuando todo estaba ya decidido.
Miami ganó anotando 52 puntos en la pintura por 28 de su rival, metiendo el 56,8% de sus tiros y ofreciendo una gran imagen defensiva. LeBron James lideró la anotación con 22 puntos tras un 10 de 15 en el tiro, Ray Allen se lució al anotar 19 tantos en 26 minutos con 4 triples en su haber y Chris Bosh firmó un doble doble con 15 puntos y 11 rebotes. Mientras, Dwyane Wade añadió 14 unidades anotadas estando por encima del 50% en el lanzamiento.
LeBron, por cierto, alcanzó los 4.000 puntos en playoffs convirtiéndose en el jugador más joven de la historia que lo logra. Y Chris Andersen, que hizo un buen partido, se fue prematuramente a los vestuarios cojeando.
Brooklyn opuso poco en la segunda parte. Se atascó ofensivamente en un momento dado y a ello contribuyó la falta de fluidez en la circulación de la bola, tal y como atestigua el hecho de que el equipo solo sumara 11 asistencias en todo el partido. Deron Williams y Joe Johnson fueron los máximos anotadores visitantes con 17 puntos. Ambos tiraron bien, pero a D-Will le faltó dominar el partido a través de una organización de juego que no existió. No funcionaron ni Paul Pierce ni Kevin Garnett y la suplencia, nutrida y de calidad, aportó bien poco, salvándose solo en la segunda unidad de la quema la contribución de Marcus Thornton.