Iverson deja a los Sixers definitivamente para estar con su familia

Los Sixers han confirmado la noticia que muchos esperaban desde hace días. Allen Iverson deja el equipo y no jugará más en lo que resta de temporada. El motivo principal de este abandono es el deseo del jugador de estar al lado de su hija, gravemente enferma.

“Después de discutir la situación con Allen, hemos llegado a la conclusión de que no regresará a los Sixers en lo que queda de temporada”, anunciaba el presidente de los Sixers, Ed Stefanski, que aseguraba que el jugador “no quería ser un motivo de distracción para la organización y sus compañeros”.

La situación personal de Allen, pendiente de la grave enfermedad de su hija Messiah, había provocado en el último mes las entradas y salidas del jugador del equipo para poder estar en Atlanta con su familia, lo que no ayudaba a dar continuidad al conjunto. Los rumores sobre su marcha definitiva se dispararon ya tras ausentarse por última vez.

Acaba así una temporada loca para el jugador de Hampton (Virginia), que empezó la temporada con los Grizzlies, pero apenas jugó 3 partidos antes de romper con la franquicia de Memphis.

Poco después anunció su retirada, una retirada que apenas duró 1 semana, el tiempo que tardó en firmar con el equipo en el que vivió sus mejores momentos como profesional, los Sixers de Filadelfia, donde quería demostrar que aún le quedaba baloncesto.

Sólo lo hizo a ratos, lejos ya de su plenitud física, hasta que su irregular trayectoria se vio truncada por las desgracias familiares que ahora le llevan a dejar el equipo. El futuro de Iverson en la liga es más que incierto. Pocos apuestan por el regreso a las canchas de un jugador que durante años deslumbró por sus cualidades individuales, aunque su afán de protagonismo le impidió casi siempre arrastrar tras de sí a sus compañeros. Su adiós a los Sixers puede ser su adiós a la NBA.