Gregg Popovich no olvida. El entrenador de los Spurs no ha tardado en ajustar cuentas con Marcus Morris tras la impresentable espantada que el jugador dio este verano dejando tirado al equipo texano tras llegar a un acuerdo con él.
Morris llegó a un acuerdo verbal con los Spurs, pero no tuvo ninguna cortapisa moral a la hora de incumplirlo para fichar finalmente por los Knicks.
El perjuicio para San Antonio fue doble, ya que no solo no se hizo con el jugador, sino que también perdió al letón Davis Bertans, que fue enviado en un traspaso a los Wizards con el fin de cuadrar la llegada de Morris a los Spurs.
"Fue una situación desafortunada que se manejó de forma poco profesional", indicó Popovich al periodista de The Athletic Jabari Young.
El malestar del afamado técnico es evidente y comprensible dada la rastrera jugada realizada por Morris, un jugador que hubiera aportado mucho al equipo texano tras jugar estos últimos tiempos en los Celtics.
Sobre la salida de Bertans, Popovich se mostró también muy claro: "Davis era un jugador especial. Lamentamos haberlo perdido".