Vencieron los Spurs con Ettore Messina al frente del banquillo y LaMarcus Aldridge mandando en la pista. Lo hicieron con extrema facilidad en Mineápolis ante unos frustrantes Wolves. Lo lograron sin Tim Duncan, Manu Ginóbili, Tony Parker y Gregg Popovich.
El núcleo duro que ha hecho posible el milagro de los Spurs durante casi dos décadas estuvo ausente en el Target Center. Messina repetía al frente del equipo y esta vez ganó. Sin despeinarse: 91-116 tras un parcial de 44-66 en los cuartos centrales.
LaMarcus Aldridge fue el dueño de la cancha con 29 puntos, 7 rebotes y 4 tapones en 29 minutos. Entre tiros de campo y libres lanzó 21 veces y solo falló 3. Una noche prácticamente perfecta.
El equipo no contó con el mejor Kawhi Leonard y alineó como titulares a dos veteranos adquiridos esta temporada: David West y Andre Miller. Ambos jugaron bastantes minutos y lo hicieron muy bien.
En el bando perdedor, 23 puntos de Andrew Wiggins, 19 con 9 rebotes del novato Karl-Anthony Towns y horrible partido de Ricky Rubio, una de sus peores actuaciones de la temporada.