No es de extrañar el bajo rendimiento de Kyrie Irving en los últimos partidos. Porque a la lesión, ya conocida, que sufre en el pie derecho se suma una tendinitis en la rodilla izquierda, según ha revelado la resonancia magnética a la que se ha sometido el base de Cleveland Cavaliers.
Esos dos males unidos han hecho que el All-Star de los Cavs haya promediado 11,5 puntos y 1 asistencia en los dos últimos partidos ante Chicago a pesar de jugar 79 minutos, y que haya ofrecido una lamentable serie en el tiro de campo de 5 de 23.
El daño en el pie lo viene arrastrando Irving desde el segundo partido de la primera ronda de playoffs ante Boston. Lo de la rodilla, no se ha conocido hasta ahora.
La situación es tal, que el jugador consultó a sus compañeros de equipo si quierían que jugara lesionado el cuarto partido ante los Bulls. La decisión fue que le querían en pista. Pero es triste ver a Irving jugando con una evidente cojera. Y no está nada claro que su presencia esté beneficiando al equipo.