Mal que les pese a algunos aficionados profundamente anti-LeBron, LeBron James sigue marcando hitos en su carrera, una carrera que no estará completa hasta que no logre el anillo. Su memorable partido ante Boston ha despertado viejos mitos dormidos.
Porque no todos los días un jugador hace 45 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias en unas Finales de la Conferencia Este para salvar a su equipo de la quiebra. Esas cifras espectaculares, sólo han sido superadas en los últimos 50 años por el gran Wilt Chamberlain. Estamos hablando de hacer 45 puntos o más, 15 rebotes o más y 5 asistencias o más en un partido de playoffs. En esto, sólo Chamberlain supera a James. Fue en las Finales de la Conferencia Oeste en 1964. Entonces, aquel gigantesco monstruo de la época se fue a 50 tantos, 15 rebotes y 6 pases de canasta.
Ello no quiere decir que no haya habido mejores partidos individuales en playoffs. Los ha habido. Estamos hablando de esa estadística concreta de puntos, rebotes y asistencias.
También como Jabbar
Por si fuera poco, esos números llevaron de paso a James a igualar otra marca histórica de un jugador legendario de la NBA: Kareem Abdul-Jabbar, nacido Lew Alcindor.
Con el de anoche, James completaba su octavo partido consecutivo de playoff ante Boston metiendo 25 o más puntos. Ese logro sólo lo obtuvo Jabbar. Fue en los 8 partidos que disputó ante los Celtics entre 1974 y 1984, según ese archivo inacabable de datos llamado Elias Sports Boureau.
Además, los 30 puntos que metió LeBron James en la primera mitad no tienen parangón en la franquicia de los Heat en partidos de playoff.
James ofreció otro dato impresionante: metió 12 tiros de campo consecutivos y estuvo 23 minutos y 10 segundos sin fallar. La estrella de Miami erró el primer tiro del partido y falló un triple a 7 segundos del descanso. Entre esos dos fallos, 12 aciertos sin error en esos 23 minutos mencionados. Y es que ayer, LeBron James fue mucho LeBron James.