Miami se fue al descanso perdiendo ante Indiana por 42-48 y sabiendo que no iba a poder contar con Chris Bosh en la segunda parte. La situación no era fácil en el partido de apertura de esta semifinal del Este, pero en ese segundo tiempo LeBron James y Dwyane Wade ejercieron de estrellas.
Porque en la primera parte, Bosh era el que mejor había actuado por parte local. Llevaba 13 puntos cuando a 1:06 del descanso quedó tendido en el suelo debido a una lesión abdominal. Ya no volvió a jugar.
La segunda parte fue una dura prueba para Miami, pero Wade y, sobre todo, un brutal James hicieron todo lo que estuvo en su mano para ganar el partido. Y lo consiguieron.
Miami 95 Indiana 86 (1-0)
El desenlace del partido fue semejante al Grizzlies-Clippers con dos salvedades: hubo más calidad ofensiva en este partido y la tensión fue mucho menor porque se jugaban mucho menos.
El paralelismo fue obvio. Ambos partidos llegaron muy equilibrados al inicio del último cuarto y en ambas ocasiones las victorias se dilucidaron por parecidas diferencias dejando al equipo perdedor en 16 puntos en el cuarto final. En ambos partidos, el último minuto fue ya un minuto de diferencia casi insalvable a favor del equipo ganador.
El partido en Miami llegó al final del tercer cuarto con empate a 70. Indiana no cedía y seguía demostrando su fe en lo compacto de su trabajo. De hecho, a falta de 5 minutos, el marcador reflejaba un 86-85 a favor del equipo de Florida, que seguía sufriendo. Sin embargo, James puso la directa y embarcó a su equipo en la victoria. Los Heat entraron en el último minuto 7 arriba, con los deberes prácticamente hechos.
Poco importó la negada jornada desde el triple, poco utilizado por los locales, que no anotaron ni uno solo tras lanzar 6 veces. El equipo local se nutrió de otros capítulos, tales como sus 38 visitas a la personal o sus 15 rebotes ofensivos. Pero sobre todo se nutrió de James y Wade.
LeBron había recibido en los prolegómenos del partido el trofeo que le acredita como MVP y su juego en el partido corroboró ese premio. Lejos de desmerecer tal galardón, James lo engrandeció aún más. El de Akron estuvo formidable en la segunda parte, en la que anotó 26 de sus 32 puntos finales. Además, capturó 15 rebotes y dio 5 asistencias. Wade, mientras, sumó 29 tantos. Sólo les acompañaron Bosh en la primera parte y un sorprendente Joel Anthony en la segunda.
Los Pacers bregaron con vehemencia y aguantaron hasta casi al final pese a no poder disponer del mejor Granger. El alero tuvo un día aciago y sólo metió 7 puntos con 1 de 10 en el tiro. Nada que ver con el Granger que había liderado hasta el momento a los Pacers. Y es que LeBron James es mucho LeBron James. Su falta de acierto fue elemento clave para que Indiana no pudiera completar su quinto triunfo al hilo en playoffs.
Descartado para el buen juego Granger, fueron los hombres altos de Pacers los que llevaron el peso ofensivo del equipo aprovechando perfectamente que Bosh quedó fuera de juego. David West acabó con 17 puntos y 12 rebotes y el elegante Roy Hibbert añadió 17 con 11.