Jamal Crawford y Joe Johnson lideraron el triunfo de Atlanta sobre Orlando que pone a los Magic al borde del abismo (3-1), pero el dominicano Al Horford también tuvo su importancia en el triunfo, una importancia nada desdeñable: 14 puntos, 12 rebotes y defensa genial en la última jugada.
En esa jugada final, Horford casi roba el balón a Turkoglu haciéndole perder unos segundos preciosos a la hora de la definición del tiro, un triple malo que podría haber forzado la prórroga, pero que no entró.
Mientras, en el Madison, los Knicks salvaron la humillación de caer por paliza ante los Celtics, pero terminaron perdiendo en casa para convertirse en el primer equipo eliminado en primera ronda. Caen con un sonoro 4-0 a sus espaldas. Estos Knicks van de mal en peor. Y los Celtics tendrán más tiempo de descanso. Son los primeros en pasar la primera ronda.
Atlanta 88 Orlando 85 (3-1)
Cuando los Magic cambiaron gran parte de su plantilla en febrero todo apuntaba a que este año querían asaltar el poder de los más grandes, como hicieron la temporada en la que disputaron la final de la NBA ante los Lakers. Pero nada parece asemejarse a aquella campaña. El equipo de Van Gundy perdió anoche en el estado de Georgia y está ahora mismo al borde de la eliminación.
Orlando cayó desde la gran distancia. Sin Jason Richardson en cancha, uno de sus mejores triplistas, el equipo de Florida naufragó desde más allá del arco con una serie para la infamia (2 de 23 triples). Ese desempeño calamitoso desde el perímetro hizo que cuando en el último minuto el equipo precisó el triple, sus jugadores prefirieran apostar por las penetraciones. Y no les fue mal. Pero llegó un momento decisivo, una encrucijada de caminos que llevaban al mismo sitio: había que tirar un triple sí o sí.
Eso sucedió cuando el acierto desde el tiro libre de Joe Johnson (4 de 4 en los últimos segundos) obligó a los Magic a anotar un triple final en la última jugada para forzar la prórroga. El balón llegó a un especialista, Turkoglu, pero la defensa magistral de Horford estuvo a punto de robarle el balón, que rodó por el suelo sin dueño. Para cuando el turco pudo recuperar la bola, ya habían transcurrido unos segundos preciosos y su tiro a la desesperada fue malo. Orlando se situaba al borde del fracaso. Porque su eliminación, de producirse, será un fracaso.
Poco importa el universo Howard -anoche sin Pachulia, sancionado, para enfrentarle-. 'Superman' volvió a salirse con 29 puntos y 17 rebotes, aunque perdiera 8 balones. Hasta la fecha, Howard promedia ¡¡¡32,3 puntos y 17,5 rebotes en los 4 partidos disputados y su equipo pierde 3-1!!!. Una forma, la del conjunto de Drew, de desactivar mitos, de empequeñecer el peso de los grandes jugadores y engrandecer el peso de la colectividad.
Por si fuera poco, no es que Howard volviera a brillar, es que además Gilbert Arenas tuvo un renacimiento espléndido para meter 20 puntos en 22 minutos y dar 6 asistencias. Tampoco valió. Más pesaron otras circunstancias como el nulo juego colectivo visitante (11 asistencias en 48 minutos) o el negado partido de Nelson y Turkoglu (5 de 24 en el tiro entre ambos).
Mientras tanto, los Halcones controlaban el juego, llegaban a tener una ventaja de 16 puntos y jamás permitieron que el rival se adelantara en el marcador. Lo lograron a base de acierto de sus hombres importantes. Crawford ejerció otra vez como exquisito sexto hombre, un lujo en forma de 25 puntos y 6 asistencias, y Joe Johnson justificó su sueldo con su aplomo final, terminando con 20 tantos y 9 rebotes.
Si a eso añadimos el buen partido de Hinrich y el notable rendimiento en los 2 lados de la cancha de Horford... pues eso, victoria más que importante para los de Larry Drew, que tienen cada vez más cerca su objetivo.
New York 89 Boston 101 (0-4)
New York terminó la temporada cayendo 4-0, pero pudo ser peor, porque el equipo de D'Antoni pudo acabar humillado, extremo al que no se llegó. Al menos, los jugadores neoyorquinos tuvieron una pizca de dignidad para morir de pie.
Los Knicks llegaron a ir perdiendo por 23 en un escenario de pesadilla, pero acabaron remontando hasta situarse a 4 tras una canasta de Anthony Carter, el mejor local con Anthony. Faltaba 7:35 para acabar y el luminoso se situó en un esperanzador 80-84 que no prosperó. La derrota decorosa fue un mal menor.
Boston, a lo suyo. Hoy por hoy, el equipo de Rivers es inaccesible para unos Knicks fabricados con tejido superficial, un conjunto sin equilibrio ni profundidad de miras. Todo ello, se ha puesto de manifiesto a las claras en esta serie.
Sin Arroyo, nuevamente, los Celtics tiraron de su catálogo defensivo dejando al rival en un 34,1% de efectividad en el tiro y 89 puntos. Pero también tiraron de experiencia y calidad. De ambas andan sobrados.
Garnett se comió otra vez al maltrecho Stoudemire y terminó con 26 tantos y 10 rebotes y Rondo, que ha campado a sus anchas durante todos estos partidos, aportó 21 con 12 asistencias. Ray Allen, más discreto que otras noches, hizo 14 y un gran Glen Davis sumó igualmente 14. Todo ello para una victoria fácil sin Shaquille O'Neal.
En el bando Knickerbocker, hubo momentos que pareció, especialmente en la primera parte, que sólo jugaba Carmelo Anthony. 'Melo' finalizó con 32 puntos, 9 rebotes y una frustración significativa. A su lado, Stoudemire, gran fracaso el suyo por mucho que tuviera dolores, hizo 19 tantos y 12 rebotes tras protagonizar una serie en el tiro indigna de un hombre alto: 5 de 20.. Sólo Anthony Carter estuvo a la altura y salvó los muebles junto a Carmelo Anthony. A los Knicks les espera un largo verano de reflexión que se puede alargar si hay 'lockout'.