Incomprensible derrota de Puerto Rico en la última jornada de la primera fase y el equipo boricua queda eliminado del Mundial, o lo que es lo mismo, sus jugadores de la NBA Carlos Arroyo, José Juan Barea y Renaldo Balkman se vuelven a casa sin entender qué ha pasado.
El equipo que dirige Manolo Cintrón sólo tenía que ganar a Costa de Marfil para asegurar su clasificación para octavos de final, pero el equipo africano le ha dado un disgusto de los que no se olvidan. Y lo ha hecho sin recibir recompensa, ya que Costa de Marfil se quedó muy cerca de la diferencia que precisaba para clasificarse.
El 79-88 final eliminaba a ambos equipos y dejaba a China con la absoluta tranquilidad de saltar a la cancha contra Turquía estando ya clasificada.
Un desastre
El desastre fue creciendo según pasaban los minutos, ya que a más recorrido de juego más nervios en los jugadores caribeños, que acabaron descompuestos.
El vistazo a la banda del equipo puertorriqueño en los últimos segundos del choque era desolador. Cintrón miraba al techo del pabellón, desolado, sin argumentos lógicos para explicar el desastre y sus asistentes no querían ni verlo. Uno de ellos se echaba las manos a la cabeza y ocultaba ésta mirando al suelo, otro andaba con ojos vidriosos. El banquillo era un funeral.
El trío costamarfileño Abouo-Lamizana-Kone certificó la victoria africana y abocó a Puerto Rico a un pozo sin fondo.
De nada sirvieron los 19 tantos con 7 asistencias del NBA José Juan Barea (aunque hiciera 5 de 17 en el tiro de campo), ni los 18 puntos y 8 rebotes -con 3 de 5 en el triple- de David Huertas, ni los 14 de Peavy.
Hasta Renaldo Balkman rindió a mayor nivel (7 tantos y 10 rebotes en 19 minutos). Pero ni por esas.
Sin Carlitos Arroyo
El equipo jugó contraído, defendió muy mal y notó la ausencia de Arroyo, que sólo pudo jugar minutos en el primer partido del Mundial antes de lesionarse y no volver a pisar la cancha.
Además, el pívot P.J.Ramos no estuvo en el partido (0 puntos y 1 rebotes en 12 minutos) y su falta de acierto se notó, y mucho. Como se notó la falta de reacción precisa por parte del cuerpo técnico boricua al ver lo que estaba pasando en la cancha.
De este modo, Puerto Rico termina con 1 victoria y 4 derrotas, 2 de ellas por escaso margen ante Grecia (tras un robo arbitral) y ante Turquía, los anfitriones. Sólo en esos 2 encuentros el equipo dio la medida imaginada.
Termina el torneo para el conjunto boricua con más pena que gloria. Un equipo que ha estado liderado por J.J Barea (16,8 puntos, 3,8 rebotes y 5,4 asistencias por partido) y por Ángel Vassallo. Y es que el de Toa Baja, que milita en el baloncesto francés, acabó con medias de 15,2 puntos y 5,6 rebotes.