Un 18,2% de la audiencia estuvo pendiente el jueves por la noche del desenlace de la final de la NBA retransmitida por la cadena ABC. Unos datos de seguimiento que no se recordaban desde 1998, lo que da una idea del interés despertado por esta final.
La expectación despertada por el séptimo partido de la final, que se resolvió finalmente con victoria de los Lakers, no había alcanzado cotas tan altas desde que el 22,9 por ciento de los hogares estadounidenses sintonizaran sus televisores para ver el sexto partido de la final que en 1998 enfrentó a Chicago Bulls y Utah Jazz.
El seguimiento del partido, como era de esperar, fue muy superior en las ciudades protagonistas del duelo que en el resto del país. En Los Ángeles, el 39,7% de los hogares vieron el partido, mientras que en Boston la cifra alcanzó el 33,9%.
La última ocasión en que la final llegó al séptimo partido, cuando en 2005 se enfrentaron Detroit Pistons y San Antonio Spurs, la audiencia sólo alcanzó el 13,8%. En general, la ABC no puede quejarse ya que los datos a lo largo de todos los partidos de la final han mejorado los de los últimos años.